Si está planeando su próximo viaje a Canadá, pero todavía no sabe qué ver o qué hacer en este destino, lo primero que debe tener en cuenta es que este país en América del Norte cuenta con más de 15 Parques Nacionales que no puede perderse.
Aunque la lista de espacios interesantes para visitar es bastante amplia, en esta nota encontrará uno de esos planes imperdibles para hacer durante sus próximas vacaciones o si se encuentra de visita estudiando o trabajando en este lugar, más exactamente en el conocido como el parque nacional más septentrional de las Montañas Rocosas.
Se trata del Parque Nacional Jasper, situado en la ciudad de Alberta, concretamente en un extremo de la Carretera de los Glaciares, un destino encantador que se destaca por la increíble variedad de paisajes que ofrece, que abarcan desde lagos y cascadas hasta glaciares y montañas.
Allí los visitantes también pueden encontrar una rica fauna que permite apreciar desde osos, pasando por alces, renos, caribúes, hasta llegar a los temibles lobos y los linces, característicos de la zona.
Por todo esto y más, el Parque Nacional Jasper ha sido reconocido como uno de los numerosos Patrimonios de la Humanidad en Canadá por parte de la UNESCO, llamando la atención de miles de turistas de todo el mundo cada año para conocer las maravillas de este país.
Visite el Cañón Maligne
Entre los tantos atractivos que ofrece este lugar se encuentra el estrecho cañón Maligne, que esta tallado por espectaculares cascadas congeladas en invierno, ofreciendo mágicas caminatas sobre hielo y escaladas emocionantes, además de aguas de rápido caudal.
Cada uno de estos detalles, sin duda alguna, convierten al Maligne Canyon , que se traduce en español como cañón inteligente o astuto, en una verdadera maravilla pasa visitar en verano. El acceso a este atractivo turístico es fácil y la ruta no es tan extensa.
Durante el camino se puede observar cómo el río Maligne se va abriendo paso desde el lago Maligne hasta el Lago Medicine y, a medida que se avanza por el sendero, además de encontrarse con una sucesión de puentes desde donde se puede apreciar el fluir del agua, también se va sintiendo aún más cerca la naturaleza y su entorno tranquilo, explica el sitio Growpro Experience.
Entre diciembre y marzo, las cascadas congeladas bordean la ruta ubicada a casi 20 metros debajo del borde del cañón, lo que atrae a alpinistas, quienes visitar este lugar con el ánimo de escalar cascadas congeladas.
No obstante, los viajeros comunes también se sienten atraídos por visitar este lugar para sumergirse en una experiencia única e inolvidable, pues además de hacer un recorrido sobre hielo, también tiene la oportunidad de caminar a lo largo del lecho del cañón, visitando cuevas de hielo ocultas y descubriendo datos interesantes sobre la topografía kárstica.
Para explorarlo, algunas agencias de viajes ofrecen caminatas nocturnas que se centran más en la imagen del cielo que se puede observar sobre el cañón y que forman parte de la segunda reserva de cielo oscuro más grande del mundo.