En los 116 municipios de Cundinamarca se pueden encontrar todo tipo de climas, paisajes, culturas, gastronomía, flora, fauna, entre otras variedades. Gracias a ello, cada gobernación del departamento ha logrado impulsar el turismo no solo a nivel nacional, sino también internacional.
Uno de los ejemplos más claros ha sido el municipio de Guatavita, pues ha sido conocido en gran parte por los turistas gracias a la laguna que tiene el mismo nombre, se encuentra ubicada a unos 15 kilómetros del casco urbano y también es visitado por el embalse de Tominé.
A estos dos grandes atractivos turísticos se le unen diversas actividades que no requieren un presupuesto tan alto y que pueden llegar a ser de gran atractivo para los turistas. Aquí te brindamos algunos planes curiosos para realizar en el municipio de Guatavita.
Casa loca Guatavita
La Casa Loca de Guatavita o la casa al revés, ubicada en la vereda de Santa María de Guatavita, se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la zona. Esta atracción inaugurada en el año 2022 por el austriaco Fritz Schall, les permite a sus visitantes vivir una experiencia fuera de serie, pues el recorrido les permitirá vivir una experiencia inmersiva con un recorrido e interacción con cada elemento dentro de la casa. Incluso, quienes deseen pueden hacer recorridos en cuatrimotos, comprar artesanías y disfrutar de la comida típica alemana.
Este lugar puede visitarse cualquier día de la semana en horarios de 10:00 a.m a 6:00 p.m. entre semana, y de 8:30 a.m a 6:00 p.m fines de semana y festivos.
Museo indígena
En la plaza del municipio se puede encontrar un pequeño museo que recorre la historia y las tradiciones del pueblo Muisca, especialmente la Leyenda de El Dorado. El recorrido suele ser guiado generalmente por jóvenes voluntarios, en su mayoría indígenas, que transmiten a los visitantes las historias de su cultura.
Adicionalmente, encontrará todo tipo de elementos de la época, como pinturas, lienzos, esculturas, entre otros artefactos.
Incluso, cabe recordar que el pueblo de Guatavita duró hasta septiembre de 1967, cuando se inundó la cabecera municipal para la regulación de volúmenes de agua del río Bogotá. Por eso, el municipio fue trasladado al lugar de su actual ubicación, donde se construyó una población moderna pero de aspecto colonial. Las ruinas del pueblo anterior se encuentran actualmente al sur del fondo del Embalse del Tominé.
Volcán Cerro Montecillo
Si le gusta el senderismo, esta ruta de cerca de siete kilómetros es una gran opción, pues desde la parte más alta se pueden apreciar los páramos de la sabana donde están algunas de las lagunas sagradas de la cultura Muisca, además de una magnífica vista del pueblo y del embalse de Tominé.
Por último, venir a Guatavita significa navegar por lo ancestral, perderse en sus senderos muiscas para practicar el ciclomontañismo, entrenar deportes náuticos, comprar artesanías de figuras míticas o bordados, deleitarse con la carne a la parrilla, el cordero asado, la trucha al ajillo, la mazamorra y los deliciosos postres, derivados de la leche que lo dejarán sencillamente sin aliento.