Una ciudad con obras de arte en cada esquina y una arquitectura única, es lo que se encontrará quien logre visitar Buenos Aires, la capital de Argentina. En la ciudad fundada en 1536, que se ha ido reinventando con el tiempo, convergen lo clásico y novedoso, dando lugar a una de las ciudades más emocionantes de Sudamérica.
Entre las construcciones que acapara por completo la atención de los transitantes por los múltiples lugares emblemáticos, uno que llama poderosamente las miradas es el bien llamado, Puente de la Mujer.
Este lugar que denota elegancia, pero a su vez ingenio, está ubicado en la zona de Puerto Madero, también bastante reconocido como lugar icónico del país. Allí, desde cualquiera de los costados del cual logre divisarse, la construcción, en su mayoría de color blanca, hace que la gente se acerque lo más posible para apreciarlo.
Para el portal oficial de turismo de Buenos Aires, el puente es calificado como “la primera obra en América Latina del reconocido arquitecto español Santiago Calatrava”, y hace ver que la capital argentina busca su posicionamiento como “vanguardia del arte y de la arquitectura en toda la región”.
Y es que el Puente de la Mujer es un espectáculo desde todo sentido, pues la intención de quien lo creó era la de “representar la imagen de una pareja que baila el tango”, es decir, resaltar uno de los bailes de la culturalidad argentina que más influencia se le tiene.
De acuerdo a la descripción hecha por la mencionada página, la cual busca resaltar todo detalle no solo de este puente, sino de los demás lugares icónicos de la ciudad, amplia que: “El mástil blanco simboliza al hombre y la silueta curva del puente, a la mujer”.
¿Imponente y también sirve?
Sí, funciona. Se podría pensar que un puente de dichas dimensiones, con la elegancia que tiene y el nivel de complejidad para ser construido, solo esté como un elemento decorativo que acompañe la belleza del lugar en el que está alojado, pero no, cumple dos funciones cruciales.
Según lo referenciado por el medio oficial de Buenos Aires y lo que se logra ver en vivo cuando se visita esta joya arquitectónica: “Dispone de uno de los mecanismos de giro más grandes del mundo, este puente peatonal giratorio se abre para dar paso a las embarcaciones a vela que navegan por los diques de Puerto Madero”.
¿Y para los caminantes, también está disponible su uso?, sí, también, es un puente por completo funcional, que se puede atravesar caminando a través del Dique 3, el cual conecta desde la Avenida Alicia Moreau de Justo hasta Olga Cossettini.
Además de todo lo mencionado, cuenta con una carga romántica, al ser un lugar que “las parejas acostumbran a dejar candados aferrados a su barandilla, como un gesto de inmortalizar su unión”, resaltan el medio de Buenos Aires.
¿De qué está hecho?
Esta construcción fue inaugurada de manera oficial en 2001, está compuesta por un cuerpo de madera sostenible de 160 metros de largo, con un obelisco de 39 metros de altura, sostenido por varios tensores, mismo que terminan perfectamente relacionados formando una gran arpa.
También, entre los artículos que componen el puente, se utilizaron 100.000 ‘botellas de amor’; recipientes plásticos rellenas del mismo material de un solo uso, que hacen resaltar aún más la composición amigable con el ambiente del Puente de la Mujer.