Cuando se trata de volar, uno de los mayores temores para muchos pasajeros es la turbulencia. Aunque no se puede evitar por completo, elegir el asiento adecuado puede ayudar a minimizar su impacto.
De acuerdo con la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos, los asientos situados en las alas del avión suelen ser los más estables durante las turbulencias. La razón principal es que esta área se encuentra cerca del centro de gravedad del avión, lo que reduce el movimiento vertical y horizontal en comparación con los asientos situados en la parte delantera o trasera de la aeronave.
La FAA destaca que los movimientos del avión son menos pronunciados cerca de las alas, proporcionando una experiencia más suave durante las perturbaciones del aire.
La ubicación del asiento también juega un papel crucial. Según la plataforma AirlineRatings, los asientos en la parte delantera de la cabina pueden experimentar más turbulencias debido a la distancia adicional de la zona de las alas. En contraste, los asientos en la parte trasera suelen ser más propensos a los movimientos bruscos. Optar por un asiento en el centro de la aeronave, alineado con las alas, es generalmente la mejor opción para quienes buscan minimizar el impacto de la turbulencia.
El piloto y experto en aviación Patrick Smith, autor del libro Cockpit Confidential: Everything You Need to Know About Air (Cabina confidencial: Todo lo que necesita saber sobre viajes aéreos), menciona que, aunque no se puede garantizar un vuelo sin turbulencias, sentarse en la parte media del avión puede ofrecer una experiencia más estable.
Smith también enfatiza la importancia de elegir asientos en la fila de las alas para aquellos que tienen aversión a los movimientos bruscos, ya que esta zona es la más equilibrada y menos afectada por las corrientes de aire.
Recomendaciones a la hora de viajar en avión
- Elegir el momento adecuado para volar: Viajar en horarios menos concurridos, como temprano en la mañana o tarde en la noche, puede ofrecer una experiencia de vuelo más relajada. Estos horarios suelen tener menos retrasos y menos congestión en el aeropuerto, lo que puede reducir el estrés y mejorar la comodidad del viaje.
- Verificar el estado del vuelo antes de salir: Antes de dirigirse al aeropuerto, es aconsejable verificar el estado del vuelo a través de la página web de la aerolínea o una aplicación de seguimiento de vuelos. Esto ayuda a estar al tanto de posibles retrasos o cambios en la puerta de embarque, permitiendo planificar rutas y evitar sorpresas de última hora.
- Optar por un vuelo directo cuando sea posible: Elegir un vuelo directo, en lugar de uno con escalas, puede reducir significativamente el tiempo total de viaje y la posibilidad de inconvenientes, como la pérdida de conexiones o el estrés de los cambios de avión. Los vuelos directos son generalmente más rápidos y menos complicados, haciendo la experiencia de viaje más cómoda.