La presencia de perros en las cabinas de los aviones, tanto en vuelos nacionales como internacionales, se ha vuelto cada vez más común. En primer lugar, el vínculo emocional entre humanos y perros es innegable.
Además, muchos consideran a sus mascotas como miembros más de la familia y desean llevarlos consigo a todas partes, incluyendo sus viajes. Las aerolíneas, conscientes de este fuerte lazo, han adaptado sus políticas para permitir el transporte de perros en ciertas condiciones.
Además del factor emocional, los perros de servicio y apoyo emocional desempeñan un papel fundamental en la sociedad. Estos animales entrenados brindan asistencia a personas con discapacidades, como la ceguera o la movilidad reducida.
Permitir que estos perros acompañen a sus dueños en los viajes garantiza que las personas con discapacidades puedan moverse con mayor independencia y seguridad.
Otro aspecto que se ha vuelto importante es el creciente mercado de mascotas. La industria de los viajes se ha dado cuenta del potencial económico que representa el turismo con mascotas, y al permitir que los perros viajen, las aerolíneas atraen a un mercado más amplio y retienen de una buena manera a sus clientes.
Sin embargo, el transporte de perros en aviones, tanto en cortas como largas distancias, no está exento de desafíos, pero para esto, las aerolíneas establecen regulaciones estrictas para garantizar la seguridad y el bienestar de los animales y de los pasajeros.
Los perros deben viajar en contenedores adecuados como guacales, cumplir requisitos de vacunación/documentación y, en algunos casos, es necesario que los dueños revisen las restricciones de tamaño y peso de cada aerolínea.
La presencia de perros en los vuelos es el resultado de una combinación de factores emocionales, sociales y económicos que es necesario para las personas. A medida que la sociedad evoluciona y las personas buscan cada vez más integrar a sus mascotas en sus vidas, es probable que las políticas de transporte de animales en aviones se sigan adaptando y se vuelvan más flexibles con el tiempo.
¿Qué perros no se pueden llevar en un avión?
Es necesario que los dueños de mascotas conozcan cuáles son las restricciones que existen a la hora de transportar un perro o gato en un avión: los cachorros que tengan menos de ocho meses no podrán viajar, tampoco las mascotas preñadas, que han tenido trabajo de parto en las últimas 48 horas o que estén en estado de gravedad.
Las mascotas también pueden ser rechazadas por su anatomía, su tipo de raza, edad, condiciones físicas o comportamentales.
Los dueños de mascotas podrán transportar animales en celo mientras viajen en guacales y tengan materiales absorbentes dentro como aserrín, papel, entre otros.
Algunos de los perros que tienen restricción a la hora de viajar tanto por ser considerados “peligrosos”, como por tener hocico corto (branquicefálicos) son: Affenpischer, American Staffordshire Terrier, Boston Terrier, Boxer, Grifón de Bruselas, Bulldog, Bullmastife, Cane Corso, Chow chow, Dogo de burdeos, Staffordshire Bull Terrier inglés, Chin japonés, Lhasa Apso, Mastín, Pequinés, Presa canario, Pug o Carlino, Shar Pei, Shih Tzu, Spaniel Tibetano, Toy Spaniel Inglés y Pitbull.
En cuanto a gatos, los que tienen restricción son: Birmano, Gato exótico pelo corto, Himalayo y Persa.