Japón, el país del sol naciente, es uno de los destinos turísticos más llamativos para los occidentales; sin embargo, existen varios mitos y temores a la hora de intentar viajar a este extraordinario territorio.
Si bien, su cultura es totalmente diferente a lo que se vive y se siente en esta parte del globo, es un país que le abre las puertas a los turistas y que deslumbra por su belleza, su hospitalidad, su tecnología y, sobre todo, por el respeto por el otro.
Miedo al idioma: ¿cómo comunicarse con los japoneses?
Barreras como el idioma o la comida ya no son obstáculo; para el primer caso, el celular y distintas aplicaciones suelen ser claves para poder comunicarse sin temor a equivocarse. Al ser un país tan seguro, no hay que temer a escribir en el traductor y prestarle el celular a la persona con la que se quiere interactuar, para que ella haga lo propio. No van a salir corriendo.
¿Se consigue algo diferente a la comida japonesa?
Frente a la comida, los platos asiáticos son cada vez más comunes en el resto del mundo, así que si sabe que va a viajar a Japón puede comenzar por interactuar con este tipo de alimentos para saber qué se va a encontrar allí; obviamente habrá un cambio, pero podrá ir preparado.
Así mismo, Japón es un país muy abierto al mundo y también podrá encontrar lugares de comida rápida como hamburguesas y platos por el estilo y de cadenas muy reconocidas en el planeta.
Saludo o reverencia
Los japoneses son muy respetuosos y es común que cada vez que lo vean le hagan una reverencia en señal de saludo. Para esta cultura es clave esto y por eso hay que responder de igual forma para no pasar por maleducado o grosero. Por nada del mundo se vaya a reír.
Tiene que saber que, incluso, gente que no lo conoce o el personal de las tiendas, supermercados o centros comerciales, lo va a saludar de esta forma, no por ganar un cliente, sino porque el respeto es el principal sello de su cultura.
Debe tener en cuenta que se deben juntar los pies, colocar las manos sobre el costado, realizar la inclinación y decir arigatou gozaimasu, que en japonés significa ‘muchas gracias’.
Sin embargo, no todas las reverencias se pueden utilizar en un mismo contexto y esto varía según la inclinación del tronco. Si es de 15 grados, es un saludo común y corriente y de cortesía; si es de 30, indica que hay un mayor respeto hacia quien va dirigida; por último, si la venia es de 45 grados, quiere decir que se está pidiendo perdón pro algo que se ha hecho.
Puntualidad
Para los japoneses este aspecto es crucial y deja ver por qué son tan avanzados como sociedad; el respeto por el tiempo de los demás es casi que sagrado, por lo que la puntualidad se valora en todos los ámbitos.
En el trabajo es clave para que el esfuerzo en equipo realmente esté sincronizado; así mismo, proyecta confianza y tranquilidad al resto de compañeros y permite consolidar relaciones empresariales sólidas.
Llegar tarde a una cita es una falta de respeto, pero hacerlo con demasiado tiempo de antelación también es considerado como tal, por lo que la recomendación es llegar cinco minutos antes a la hora pactada para cualquier compromiso.
No hay canecas en la calle
En occidente muchas personas reclaman por más canecas o basureros en las calles para que no se vea basura tirada en el suelo; si embargo, no funciona del todo bien y es muy común ver partes de las ciudades con papeles tirados en el piso o con canecas desbordadas por la cantidad de basura, lo que provoca malos olores, desaseo, desorganización y contaminación.
En Tokio, Yokohama o Saporro, algunas de las ciudades más importantes de Japón, no se ven este tipo de elementos en las calles, simplemente porque existe la cultura de que cada quien produce su propia basura y debe llevarla a su casa para deshacerse de ella; en caso de que se trate de envases, se limpian y se disponen de forma organizada para ser reciclados.
Debido a esto, es clave llevar una maleta o un bolso con espacio suficiente para poder guardar la basura que se produzca durante el día.
No se fuma en la calle
El cigarrillo es un hábito que muchas personas tienen en el mundo, y también uno de los que más contaminación produce, pues es común que en países como Colombia, la gente lance la colilla al piso una vez acabe de fumar.
Japón no podría ser la excepción y por eso destinó unos cubículos especiales en algunas calles o en oficinas, para que la gente atienda su necesidad de fumar allí y disponga los residuos de manera controlada sin ensuciar las calles y son contaminar con este tipo de desechos.
Esta práctica es común en otros países y demuestra que es posible organizarse para fumar y, sobre todo, para no contaminar, respetando así el espacio de los demás.