Uno de los recorridos más emblemáticos de Colombia es la Ruta del Sol, cuyo trayecto va por la región Caribe ofreciendo una mezcla de historia, cultura, y paisajes de ensueño que convierten esta travesía en una experiencia memorable para locales y turistas.
Para llevar a cabo esta actividad hay una infraestructura vial con kilómetros de carreteras que conectan el centro del país con la región Caribe al norte del territorio nacional, por lo que es una de las mejores opciones para quienes buscan explorar el país a fondo, visitando ciudades llenas de encanto y pueblos con tradiciones que definen el espíritu colombiano.
Este proyecto, que se ha venido planteado desde hace más de 30 años, pretende acortar el tiempo de los trayectos y mejorar la movilidad, facilitando el transporte de pasajeros y mercancía entre las regiones.
¿Dónde empieza y termina la Ruta del sol?
Este recorrido consta de una extensión de 1.153 kilómetros en los que se atraviesa un total de 8 departamentos y 39 municipios, dividido en varios tramos, los cuales son:
- Tramo I: este consta de 78.3 kilómetros que arrancan desde el municipio de Villeta en el departamento de Cundinamarca y llegan hasta en sector del Korán en el mismo departamento, atravesando tres túneles de 2.1, 1.0 y 0.4 kilómetros de longitud.
- Tramo II: inicia en Puerto Salgar, en el departamento de Cundinamarca, y termina en San Roque, ubicado en el Cesar. Es el tramo más largo de la vía con 510 kilómetros.
- Tramo III: con una extensión de aproximadamente 465 kilómetros, la ruta atraviesa los departamentos de Cesar, Magdalena y Bolívar mediante dos corredores viales: el primero inicia en San Roque, en Cesar, y llega hasta Ye de Ciénaga, en Magdalena; el segundo corredor parte de Valledupar y finaliza en El Carmen de Bolívar.
La mayoría de los viajeros optan por iniciar la Ruta del Sol en la histórica Cartagena de Indias, ciudad reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, debido a su ubicación estratégica, amplia oferta cultural y arquitectónica.
Tras disfrutar las maravillas de Cartagena, la Ruta del Sol continúa hacia el noreste, llevando a los viajeros a través de más destinos que cautivan con su propio encanto como Barranquilla, conocida como la “Puerta de Oro de Colombia”. Esta urbe es famosa por su Carnaval, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, que se celebra cada febrero y es una de las festividades más coloridas y alegres de Colombia.
De esta manera, el recorrido continúa en Santa Marta, una ciudad cargada de historia y belleza natural. Desde aquí, los viajeros pueden acceder fácilmente al Parque Nacional Natural Tayrona, uno de los lugares más impresionantes de la costa Caribe por las hermosas playas que lo componen.
Más al noreste de Santa Marta se llega al pueblo de Palomino, que se destaca por su ambiente relajado y sus hermosas playas, llegando a la última etapa de la Ruta del Sol en La Guajira, una región caracterizada por sus paisajes áridos y su cultura indígena Wayúu.
Allí, en el Cabo de la Vela, hay playas solitarias y desiertos que crean un contraste con el verde del mar Caribe. El recorrido culmina en Punta Gallinas, donde los viajeros pueden admirar los acantilados y las dunas que parecen perderse en el horizonte creando un paisaje casi surrealista.
Además de playas de arena suave, durante el recorrido se puede apreciar una gran variedad de fauna y flora, encontrando un abanico actividades de naturaleza para realizar como senderismo, avistamiento de aves, rodar en flotador por un río o probar los deliciosos platos típicos del Caribe.