Inicia el mes de julio y, con él, la temporada ideal para el avistamiento de ballenas jorobadas. Estos mamíferos, a los que también se les conoce como yubartas (Megaptera novaeangliae), pueden alcanzar hasta 16 metros de largo y pesar 36 toneladas.

Estos animales recorren alrededor de 8.500 kilómetros desde la Antártida hasta llegar a las aguas cálidas del Pacífico colombiano, en donde permanecen entre los meses de julio y noviembre. En esta época del año, los viajeros pueden observar sus cortejos y juegos, y escuchar sus cantos en un espectáculo indescriptible que año tras año se repite.

A esta región del país arriban aproximadamente 3.000 mamíferos de este tipo para aparearse, gestar y dar a luz a sus crías y los viajeros pueden apreciarlas desde diferentes puntos estratégicos por su ubicación. Se trata de Nuquí y Bahía Solano, en Chocó, y el Parque Nacional Natural Gorgona, en el Cauca, aunque no son los únicos.

El avistamiento de ballenas puede hacerse en la segunda mitad del año. | Foto: Semana

Estos son los lugares predilectos por cientos de turistas colombianos y extranjeros que buscan disfrutar de esta experiencia única. Además, por las características de esta región, se pueden practicar distintas actividades de ecoturismo y de aventura como buceo en parques naturales, avistamiento de aves, adentrarse en cuevas marinas en las que se esconden diferentes especies de peces, delfines y tortugas, caminatas ecológicas y disfrutar del versátil paisaje que tiene variedad de fauna y flora, entre muchas otras actividades turísticas.

Bahía Solano

Este es un lugar apropiado para el avistamiento de ballenas en el departamento de Chocó. Allí, además, se pueden apreciar los arrecifes de coral, misteriosos arroyos, especies migratorias y cascadas paradisiacas. De esta forma, los turistas tienen diversidad de opciones para disfrutar de este espectáculo único, además de conocer y admirar la biodiversidad de estos llamativos lugares.

Las ballenas llegan desde el sur del continente hasta las playas de Nuquí para parir a sus crías. | Foto: Mario Villalobos - Semana

Nuquí

Ubicado en el golfo de Tribugá, también en Chocó, Nuquí es uno de los lugares con mayor biodiversidad y uno de los mejores sitios para el avistamiento de ballenas, porque es posible acercarse a unos 200 metros en lancha para tomar fotografías del ritual de apareamiento y el nacimiento de los ballenatos. Si los visitantes llegan al lugar en otras épocas del año, pueden bucear, recorrer los manglares, practicar senderismo, visitar los baños termales y realizar actividades de pesca artesanal.

Existen dos maneras de llegar: por vía aérea, tomando un vuelo de 10 a 15 minutos desde Medellín o Quibdó hasta el aeropuerto Reyes Murillo, o por vía marítima desde Buenaventura o Bahía Solano.

Parque Nacional Gorgona

Gorgona es un destino turístico clave para la mencionada actividad. Es un sitio que además permite descansar en medio de la selva y el mar, ya que el parque ofrece la posibilidad de practicar senderismo, snorkeling, buceo autónomo y participar en recorridos por las ruinas arqueológicas. Para llegar se debe tomar un avión desde Cali hasta Guapi o Buenaventura, luego viajar en lancha hasta ingresar a mar abierto y continuar el recorrido hasta la isla, el cual tiene una duración de entre dos y cuatro horas.

Las ballenas jorobadas recorren miles de kilómetros para llegar al Pacífico colombiano. | Foto: Getty Images

Recomendaciones para el avistamiento de ballenas

El portal Colombia Travel presenta algunas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de practicar el avistamiento de estos enormes animales marinos.

  • Hay más posibilidad de encontrar a las ballenas jorobadas en las primeras horas de la mañana o al final del día, cuando el mar está más calmado y el sol es menos intenso.
  • Para avistar ballenas desde la costa, la recomendación es usar binoculares.
  • Si la persona prefiere verlas desde una embarcación, lo más recomendable es ir acompañado de un guía. Es aconsejable tener siempre una distancia prudente y permanecer en silencio para no interferir con las actividades de las ballenas y sus ballenatos.