Bautizado como la Atenas del suroeste, Jericó es uno de los pueblos más coloridos y llamativos de Antioquia. Un destino con una linda arquitectura de la época republicana, en el que es posible apreciar y disfrutar de la vista de numerosos edificios históricos, con gente cálida y un ambiente tranquilo.
Es un municipio ubicado en el suroeste del departamento, a 112 kilómetros de distancia de Medellín, con una agradable temperatura promedio de 19 grados centígrados. Visitar este lugar les da los turistas la posibilidad de devolverse en el tiempo, pues narra diferentes historias de las más bellas tradiciones antioqueñas, por lo que es una gran opción para visitar en vacaciones.
Esta linda población es conocida como la cuna del carriel. Allí las mejores guarnielerías compiten por la calidad en la producción de artículos en cuero, con características únicas como los bordados, terminados milimétricos y la presencia de colores brillantes que hacen de este accesorio un producto de admirar. Quienes llegan allí pueden visitar sus talleres artesanales y aprender de este producto, uno de los más tradicionales de la región.
Un aspecto importante de esta población es que allí nació María Laura de Jesús Montoya Upegui, la Madre Laura, misionera católica, fundadora de la Congregación de las Misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena.
En 2004 fue declarada beata de la Iglesia Católica luego de comprobarse un milagro obrado por intercesión suya. En diciembre de 2012 se divulgó el veredicto por parte del grupo de evaluación del proceso de canonización, según el cual, un segundo milagro fue obrado por su intercesión, con lo que se completaron los requerimientos para ser declarada la primera santa del país, precisa el portal de la Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia.
¿Qué hacer en Jericó?
En este destino especial los visitantes tienen la posibilidad de realizar diversidad de planes, dependiendo de sus gustos y preferencias. Estas son tres opciones para no perderse.
La Plaza de Bolívar y el Parque Reyes se consideran como puntos de partida y ninguna persona que visite esta población debería dejar de disfrutar de estos espacios. Estos son lugares de reunión por excelencia del pueblo y desde donde se aprecia el entorno urbano de esta región paisa: casas de dos niveles de múltiples colores y diversidad de inmuebles representativos de la época republicana y de la colonización antioqueña.
Un segundo plan es hacer un recorrido por la red de iglesias que están dentro del casco urbano y que tiene un gran valor histórico y cultural, pues esta población es catalogada como una de las más especiales para hacer turismo religioso. Se puede empezar por la Catedral Nuestra Señora de las Mercedes, pasar por la Iglesia San Francisco, continuar por la Capilla La Visitación y terminar en la Capilla Santa Teresita. En estos lugares es posible apreciar la arquitectura, la belleza de las imágenes, los lienzos y el valor espiritual de cada templo, precisa el portal Turismo Antioquia Travel.
Una actividad más y que se ajusta mucho para los amantes de la naturaleza es disfrutar del río Piedras, localizado a 15 minutos en carro o 45 minutos caminando desde el casco urbano. Es un lugar en el que los viajeros se encuentran con varios charcos en donde se puede nadar, hacer picnic, camping, pesca, sancochos de río o simplemente ir a caminar y disfrutar de la belleza y tranquilidad que brinda la naturaleza, cumpliendo con las normas para el cuidado del medio ambiente. Por ejemplo, una de las recomendaciones de las autoridades es que la basura no debe ser arrojada al río, sino que debe ser llevada al pueblo y depositada en un lugar adecuado.