El Eje Cafetero se caracteriza por ser uno de los destinos turísticos más llamativos de Colombia. Desde todas partes del país y del extranjero llegan visitantes para conocer cada uno de los lugares mágicos escondidos en esta región que encanta por sus paisajes y la posibilidad de tener contacto con la naturaleza.
Hay diversidad de posibilidades para todos los gustos y presupuestos y en la larga lista aparece un lugar muy especial que muestra un paisaje que no hay en otro lugar. Se trata del Valle del Cocora, uno de los lugares más emblemáticos del territorio nacional.
Esta reserva natural hace parte del Parque Nacional Natural Los Nevados y es reconocido mundialmente por ser el hogar de la palma de cera, el árbol nacional de Colombia y una de las especies de palmas más altas del mundo, que pueden medir hasta 60 metros de altura. Esta planta es esencial para el avistamiento de un ave endémica y de características muy particulares, conocida como el loro orejiamarillo. Además, cuenta con una gran diversidad de fauna y flora.
Este es un lugar ideal para que los amantes de la naturaleza disfruten cada minuto, pues allí pueden desarrollar actividades como el senderismo, cabalgatas y el trekking. Los visitantes tienen la posibilidad de explorar una serie de senderos que atraviesan el valle, adentrándose en bosques de niebla, ríos y praderas, que hacen parte de este majestuoso espacio natural.
Según el portal Road Trip Travel, además de su gran riqueza en todo tipo de especies, el Valle del Cocora también alberga una rica historia y cultura, ya que ha sido habitado desde tiempos precolombinos por comunidades indígenas que han dejado su legado en la región.
De igual forma, es el punto de partida para explorar otros atractivos del Eje Cafetero, como los pueblos de Filandia y Circasia, y las plantaciones de café que forman parte del Paisaje Cultural Cafetero, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Esto sin dejar de lado la población de Salento, que destaca por las artesanías, una de las manifestaciones más representativas de esa cultura. “Cada oficio, cada pieza elaborada, cada detalle es único porque contiene el valor diferencial de lo “hecho a mano”, y la combinación de materias primas propias de la riqueza natural y la biodiversidad de este destino”, precisa el portal Colombia Travel.
¿Cómo llegar?
Lo más fácil para ir hacia el Valle del Cocora es salir desde el pueblo de Salento. A este municipio se puede ir desde Armenia o Pereira tomando buses que salen desde las respectivas terminales de transporte. También es viable hacerlo en vehículos particulares.
Si es su primera vez en este departamento, una de las recomendaciones es pasar una o dos noches en Salento, para salir temprano hacia el mencionado valle, lo cual se puede hacer yendo a la plaza principal del pueblo.
Allí puede abordar un jeep que traslada a los viajeros hasta la entrada de la Reserva. Y, una vez allí, comenzar la caminata en una aventura que puede tardar unas siete horas.
Hay diferentes senderos por los que se pueden realizar los recorridos en el lugar, unos más largos que otros, y la elección dependerá de las energías o las ganas que se tengan de caminar o montar en bicicleta, con el fin de conocer ese lugar mágico ubicado en el corazón del Eje Cafetero.