El Gobierno de Donald Trump instó a los estados de Estados Unidos a prepararse para distribuir una potencial vacuna contra el covid-19 para el 1° de noviembre, justo antes de la elección presidencial, según una carta enviada a los gobernadores. Los gubernamentales Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) "solicitan con urgencia su ayuda para agilizar la puesta en marcha de estas instalaciones de distribución", escribió el director de los CDC, Robert Redfield, en una carta enviada a los estados la semana pasada a la que tuvo acceso la AFP.
En su misiva también pidió, "de ser necesario, no aplicar los requisitos que pudieran impedir que estas instalaciones estén completamente operativas para el 1 de noviembre 2020", dos días antes de las elecciones presidenciales, en las que Trump busca un segundo mandato. Se trata de una nueva señal de que la carrera por la vacuna corre a toda velocidad en Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia en el mundo. Las autoridades sanitarias se preparan rápidamente para poner en marcha una "distribución a gran escala de la vacuna contra el covid-19 para el otoño 2020", subrayó Redfield en su carta.
- "Inmensa tarea" - Trump, candidato republicano a la reelección, aseguró la semana pasada que su país tendría acceso a la vacuna "este año", siendo esta su gran apuesta electoral ante un desempeño económico opacado por la pandemia. Aunque varias vacunas se encuentran en pruebas clínicas, aún no hay plena certidumbre de que alguna de ellas sea eficaz y segura. Sin embargo, las autoridades estadounidenses preparan desde ya el proceso de distribución para ganar tiempo. Paralelamente a la carta, varios documentos fueron enviados a los estados para guiarlos en lo que Redfield considera la "inmensa tarea" de organizar la distribución.
Uno de esos documentos vislumbra tres escenarios, en función del desarrollo de una vacuna "A" y una vacuna "B". Estas dos vacunas parecen corresponder a las desarrolladas por los laboratorios estadounidenses Pfizer y Moderna respectivamente, según el diario The New York Times. Estados Unidos apartó millones de dosis de estas empresas, pero también de AstraZeneca, Johnson & Johnson, Novavax y Sanofi, a fin de garantizar entregas rápidas de la vacuna vencedora. "Los escenarios descritos deben ser utilizados por los estados y jurisdicciones locales para desarrollar un plan operacional de vacunación precoz contra el covid-19, mientras el suministro de vacunas sea limitado", explica el documento. En el primer escenario, según el cual la vacuna "A" demuestra su eficacia, se estima que cerca de dos millones de dosis estarán disponibles a finales de octubre, y luego entre 10 y 20 millones a finales de noviembre.
En el segundo escenario la vacuna "B" es eficaz y en el tercer escenario ambas vacunas lo son. El documento detalla además las condiciones de envío y almacenamiento de las vacunas, así como las poblaciones que deberán recibirla de manera prioritaria, como el personal médico y los trabajadores considerados "esenciales".
Otra muestra de que Estados Unidos hace todo por acelerar el acceso a la vacuna es que el jefe de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), Stephen Hahn, no descarta la hipótesis de la autorización de una vacuna a través de un proceso de emergencia, antes de que concluyan las pruebas clínicas.