El tener dificultad a la hora de arrancar un carro puede ser señal de que algo no está bien o de que se tienen problemas para conducir. Se pueden tener inconvenientes con el sistema de embrague, con la potencia del motor u otros sistemas como la bomba de la gasolina, dispositivo que se encarga de regular el envío de combustible del tanque de almacenamiento a la máquina.
Este último elemento es clave y muchas veces cuesta trabajo identificar que los problemas que impiden que un vehículo pueda encender o arrancar estén relacionados con este dispositivo, por lo que es necesario identificar los síntomas y llevar el carro a un mecánico que cuente con experiencia y la herramienta necesaria para dar con un diagnóstico acertado.
Y es que saber que estos problemas están involucran a la bomba de gasolina, pueden ahorrar dolores de cabeza como reparaciones costosas por falta de atención oportuna o, incluso, accidentes fatales por la falta de respuesta del carro en situaciones de emergencia.
En los automóviles modernos, las bombas eléctricas son las más comunes, ya que optimizan el suministro del combustible, mejorando el rendimiento y reduciendo el consumo.
Óscar Benavides, técnico de Bosch para Latinoamérica, explicó que la bomba de combustible se desgasta con el tiempo y que si no se realiza una revisión periódica, pueden presentarse problemas que afecten tanto el rendimiento del motor como la seguridad en la carretera.
Además, indicó que es necesario contar con los repuestos de calidad que garanticen que los componentes reemplazados se comportarán al igual que los empleados durante el ensamble del vehículo, algo que reduce los riesgos de daños o accidentes.
Para el experto, es necesario prestar atención a cinco señales muy comunes que indican que la bomba de combustible puede requerir atención:
- Dificultad para arrancar el motor: uno de los primeros indicios de que la bomba de combustible está fallando es la dificultad para encender el vehículo. Si el motor gira, pero tarda más de lo habitual en arrancar, es posible que la bomba no esté suministrando suficiente combustible.
- Pérdida de potencia al acelerar: si al pisar el acelerador se experimenta una pérdida de potencia o si el motor responde con retraso, es probable que la bomba esté fallando. Esto suele ocurrir cuando no se mantiene la presión adecuada para enviar el combustible necesario durante la aceleración.
- Tirones o sacudidas mientras se conduce: conducción irregular, como tirones o sacudidas repentinas del vehículo, puede ser una señal de que la bomba no está trabajando de manera constante. Este comportamiento indica una fluctuación en el suministro de combustible, lo que puede afectar el rendimiento del motor.
- Ruidos extraños provenientes del tanque de combustible: las bombas de combustible dañadas pueden generar sonidos inusuales, como zumbidos o chirridos, provenientes de la parte trasera del vehículo. Si detecta ruidos que no había escuchado antes, es recomendable que revise la bomba lo antes posible.
- Reducción en el rendimiento del combustible: si el consumo de gasolina aumenta sin cambios en los hábitos de conducción, la bomba podría estar fallando. Una bomba defectuosa altera el flujo de combustible, lo que resulta en un mayor consumo. El uso de bombas de calidad es clave para evitar estos problemas.