La transmisión de un automóvil es un componente esencial de su sistema de propulsión, y cualquier problema en la transmisión puede afectar seriamente el rendimiento y la seguridad del vehículo.

Por esta razón, es fundamental que los conductores sepan cómo identificar los síntomas de una transmisión automática dañada. Kia, una empresa dedicada a la venta de autos, proporciona información esencial para ayudar a los conductores a reconocer estos problemas. A continuación, se detallan cinco síntomas comunes de una transmisión automática dañada.

1. Falta de respuesta

Uno de los síntomas más evidentes de problemas en la transmisión es la falta de respuesta al cambiar de marcha. Si el vehículo no cambia de marcha de manera adecuada o no responde a los movimientos del conductor, es una señal clara de problemas en la transmisión. Esto puede deberse a problemas eléctricos, hidráulicos o mecánicos en la transmisión.

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En algunos casos, los conductores pueden experimentar una demora significativa antes de que la transmisión se active correctamente. Por ejemplo, un vehículo con transmisión automática puede no cambiar de marcha de estacionamiento a conducción de manera inmediata. Para vehículos con transmisiones manuales, la falta de respuesta puede manifestarse como una desconexión entre las revoluciones del motor y la velocidad real del vehículo, lo que se traduce en una aceleración mucho menor de lo esperado en relación con el sonido del motor. Algunos conductores describen esta situación como una transmisión “deslizándose”.

2. Sonidos extraños

Los sonidos inusuales que emite un vehículo son señales de advertencia importantes. La naturaleza del sonido puede variar según la marca y el modelo del automóvil. Para determinar si un sonido específico requiere atención especial, es importante considerar dos preguntas clave:

  • ¿Es un sonido que nunca antes habías oído?
  • ¿El sonido se asemeja a un zumbido, un lloriqueo o un chasquido?

Los ruidos que se asemejan a un zumbido, un lloriqueo o un chasquido son típicos de los problemas en la transmisión. Dado que una transmisión automática está compuesta por cientos de piezas, un solo rodamiento desgastado o un componente defectuoso puede generar ruidos molestos. Es importante diagnosticar correctamente el sonido para identificar la causa del problema.

Es relevante destacar que las transmisiones automáticas y manuales pueden generar ruidos distintos. Las transmisiones automáticas suelen emitir zumbidos o gemidos, mientras que las transmisiones manuales producen ruidos mecánicos más intensos, como golpes.

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3. Fugas de líquido

La fuga de líquido es un síntoma evidente de problemas en la transmisión y suele ser fácil de diagnosticar. El fluido de transmisión automática (ATF) desempeña un papel fundamental en el funcionamiento de la transmisión, ya que lubrica sus componentes para reducir la fricción y evitar el sobrecalentamiento. También actúa como fluido hidráulico para facilitar el acoplamiento de los engranajes.

Si el ATF se filtra, la transmisión operará con un nivel de fluido insuficiente, lo que aumenta el riesgo de sobrecalentamiento. El sobrecalentamiento es una de las principales causas de fallas en la transmisión. La identificación de una fuga de líquido es relativamente sencilla, ya que se manifiesta como una piscina de líquido rojo brillante debajo del vehículo.

Si el líquido filtrado es de color marrón oscuro o negro y desprende un olor a quemado, es una señal de que el fluido se ha quemado. En este caso, se trata de una falla interna de la transmisión y ningún procedimiento de reparación o mantenimiento menor podrá solucionarla.

4. Olor a quemado

El olor a quemado es un síntoma que puede estar relacionado con un sobrecalentamiento del fluido de transmisión. Cuando el ATF se sobrecalienta debido a la acumulación de residuos de embrague, daños en componentes metálicos y lodos, puede generar un olor acre característico. Este olor es más parecido al del caucho quemado que al del aceite quemado. En casos graves, el sobrecalentamiento del fluido puede incluso generar humo.

Cuando el ATF se quema, pierde su capacidad de lubricar adecuadamente las piezas, de administrar el calor de manera eficiente y de realizar cambios de marcha hidráulicos de manera correcta. El sobrecalentamiento del fluido puede deberse a la falta de mantenimiento del sistema de transmisión y es un problema común en vehículos con alta kilometraje.

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5. Imposibilidad de ponerse en marcha

Un problema que puede resultar en una situación extremadamente frustrante para los conductores es la imposibilidad de poner el vehículo en marcha, incluso con el motor en funcionamiento. Este problema puede deberse a diversas causas, como el uso de un tipo incorrecto de fluido de transmisión, una mala posición del cable de cambio, fallas mecánicas internas, un filtro obstruido, un enlace de embrague defectuoso, solenoides defectuosos, sensores en mal estado o un sistema informático que no funciona correctamente.

En esta situación, es fundamental que los conductores busquen ayuda profesional para diagnosticar y reparar el problema. Intentar solucionar este tipo de problemas por cuenta propia podría empeorar la situación.

Detectar problemas en la transmisión automática de un vehículo es fundamental para evitar averías costosas y mantener la seguridad en la carretera. Cuando se experimenten estos síntomas, es aconsejable buscar la asistencia de profesionales de la reparación de transmisiones para diagnosticar y solucionar cualquier problema de manera efectiva. La transmisión es un componente crítico del vehículo y merece una atención especial para garantizar su funcionamiento óptimo.