La industria automotriz europea no pasa por su mejor momento y varios fabricantes han anunciado el cierre de algunas plantas, el traslado a otros países y el cese en la producción de vehículo icónicos.
Este fenómeno, que aterroriza a los europeos por las consecuencias que pueda tener al hablar de desempleo y caída en la inversión, ya se palpita con fuerza en Bruselas, Bélgica, donde la firma Audi ha anunciado el cierre de su planta en esta ciudad a partir de febrero de 2025.
El impacto no es menor, pues cerca de 4.000 personas, entre empleados directos e indirectos, están a punto de quedarse sin empleo, pues la planta de la firma de los cuatro aros estaba instalada allí hace más de 40 años y recientemente había sido remodelada para incorporarle sistemas que aportarán a la neutralización del carbono, uno de los propósitos de la compañía.
En este lugar Audi se encarga de fabricar el modelo eléctrico Q8 e-tron, pero la caída en las ventas de los carros eléctricos en Europa, sus altos preciso en comparación con la ola de carros chinos que están llegando a todo el planeta y los altos costos de producción, llevaron a que la filial del grupo Volkswagen tomara esta decisión.
La decisión de la marca alemana se suma a lo sucedido con Volkswagen, marca que tiene entre sus planes cerrar al menos tres fábricas en Alemania, eliminar decenas de miles de puestos de trabajo y recortar salarios en una campaña de reducción de costos.
VW ha argumentado que son necesarios recortes más amplios para enfrentar altos costos de fabricación, un lento cambio de los vehículos con motor de combustión interna a modelos eléctricos, y una mayor competencia china.
En medio de la decisión que complica a los empleados en Bruselas, también se ha conocido que esta planta será trasladada a México, exactamente a Puebla, ciudad donde la marca alemana ya produce el popular modelo Q5.
Volkswagen planea bajar salarios a sus empleados
La noticia sobre Audi se conoce después de que Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Europa, confirmara, a finales de octubre, que quiere bajar el salario de sus empleados en un 10 %, tras haber anunciado una caída del 63,7 % de su beneficio neto en el tercer trimestre de 2024.
“Solo las empresas con éxito pueden ofrecer puestos de trabajo seguros. Ese es nuestro objetivo. Para lograrlo, debemos, entre otras cosas, reducir nuestros costos laborales”, indicó Arne Meiswinkel, negociador jefe del grupo, en un comunicado.
Volkswagen está inmerso en una reestructuración histórica para reducir sus costos, con decenas de miles de puestos de trabajo en peligro y sin que se descarte el cierre de fábricas.
El beneficio neto interanual del constructor alemán bajó a 1.700 millones de dólares, lastrado por los elevados costos y la caída de las ventas en China, su mayor mercado.
El director financiero del grupo, Arno Antlitz, indicó que los resultados en lo que va del año reflejan el “difícil entorno del mercado” y la “urgente necesidad de reducir costos”.
En la propuesta enviada a la prensa no se mencionan planes de cierre de plantas. Sin embargo, el grupo “mantiene su amenaza de cierres de plantas y drásticos recortes de empleo”, afirmó el sindicato IG Metall.
Las huelgas son posibles tras un periodo de diálogo social obligatorio, es decir, a partir de diciembre.