La subida en el precio del diésel que aplica desde este 1º de diciembre estaba anunciada, tras el acuerdo entre los camioneros que realizaron un paro en septiembre. La medida ya empieza a notarse, pues con la de ahora se acumula un incremento de 800 pesos.
Aunque el gremio Colfecar, que agrupa empresas del transporte de carga, señala que ya estaba previsto el aumento, en las estaciones de gasolina no faltaron los conductores que se mostraron atónitos ante la cifra que les mostraba el medidor al tanquear los vehículos.
Lo bueno y lo malo
Varias aristas tiene el incremento en el precio del diésel. Por un lado, el gobierno sustenta que se trata de dos cosas: una, quitar un subsidio que por años tuvieron los combustibles, lo que finalmente llevó a un déficit en el Fepc (Fondo de Estabilización en Precios de los Combustibles).
A través del Fepc, se mantenía el precio interno de la gasolina y el diésel, independientemente de lo que estuviera pasando con el precio del petróleo internacionalmente. La idea era que existiera un equilibrio, pues el precio se mantenía estable, lo que implicaba que, cuando bajara, se debía llenar el fondo, del cual debería salir la plata para cubrir el pedazo del precio que se subsidiaba cuando el precio del petróleo aumentaba internacionalmente.
No obstante, las cosas no resultaron así y nadie movió el esquema, lo que hizo que se fuera ahondando el hueco en el Fepc.
Fue así como el gobierno actual anunció que acabaría con esa situación, que agrandaba un déficit que ni siquiera se contemplaba como una deuda pública.
De hecho, hizo lo suyo con la gasolina, pero quedó pendiente el diésel, alrededor del cual se emitió una resolución que terminó desatando un paro de camioneros, quienes dijeron que ellos no habían negociado para aplicar tales incrementos.
Para enfrentar la situación, a través del Ministerio de Transporte, se realizó un acuerdo con los transportadores, de manera que se estableció el alza en 800 pesos para este año, distribuido en dos partidas, la segunda de las cuales es la que se aplica ahora: desde el 1º de diciembre.
Inicialmente, el gobierno había hablado de que el precio del diésel tendría un alza de 6 mil pesos, aplicables en tres partidas, porque se requiere llegar al precio de paridad internacional, que rondaba en ese momento los 16.000 pesos.
¿Qué dicen los gremios?
Una vez que han visto las dos alzas, Alfonso Medrano, de la Asociación Colombiana de Camioneros, dice que, si bien están enfrentando los incrementos en el costo de producción de actividad, que implica tener que pagar los 800 pesos más en el momento de tanquear, no aceptarán más alzas.
Su argumento lo sustentan en toda la problemática de seguridad que encuentran en las vías, sin dejar de contar con los bloqueos, que también presionan los costos, por las demoras en cumplir los trayectos.
Durante las negociaciones con el gobierno, algunos gremios también sustentaron que el país tiene capacidad para abastecer el mercado local del diésel, con la producción interna, por lo que no ven la necesidad de los incrementos.
Lo bueno
No obstante, desde los estudios técnicos presentados por algunos analistas, se vio con buenos ojos el incremento en el diésel, pues se empieza a cerrar el enorme hueco en el Fepc que, solo con el alza de 800 pesos, concluirá el 2024 con un déficit de solo 10 billones de pesos, mientras que sin los incrementos iba incrementando hasta tocar los 60 billones (contando con los subsidios a la gasolina).
Lo malo
Lo malo es que en el proyecto de ley de financiamiento que el gobierno tramita en el Congreso de la República, de aprobarse, habrá un nuevo coletazo para el precio del diésel. Vendría por el lado del impuesto al carbono, que en la propuesta original se triplicaría, lo que presionará al ACPM en al menos 425 pesos.
Los congresistas que participan en la construcción de la ponencia de la mencionada ley están avanzando en disminuir el impuesto, de manera que el golpe no sea tan fuerte.