Muchos coleccionistas o cazadores de tesoros pasan su vida entera intentando encontrar esa joya escondida que no solo signifique un gran botín, sino que sirva para elevar su estatus y certificarse como los mejores en su campo; pese a esto, es muy común que tras un gran hallazgo, se salga en busca de uno mucho mejor.
Esto fue lo que le sucedió al cazador de reliquias brasileño Reginaldo de Campinas, quien luego de varios esfuerzos logró hacerse a una joya automotriz que reposaba escondida en un viejo garaje del municipio de Itapetininga, en São Paulo.
Se trata de una camioneta Ford F-1000, la cual en realidad fue descubierta en 2023, pero solo hasta hace algunos días el nuevo propietario la mostró en su estado original y con luces, con tan solo 90 kilómetros de recorrido, lo que la convierte en una pieza de lujo, si se tiene en cuenta que es un vehículo que cuenta con más de 30 años de fabricación.
En el clip se ve el estado en el que fueron encontradas y es realmente asombroso, pues aún cuentan con los manuales originales, la cojinería intacta, su timón luce como nuevo y hasta conserva algunas etiquetas de fabricación y plásticos que protegían las tuercas de las llantas.
Aunque esto es un verdadero tesoro, a falta de una Ford F-1000, el coleccionista encontró dos y se cree que el dueño inicial de ambos vehículos compró una para conservarla y otra para usarla a diario; sin embargo, parece que la muerte lo sorprendió y ambos carros quedaron en su garaje.
Otro dato llamativo es el color de las placas; en el video se ve que son amarillas, tal como lucían antes de que el gobierno local de São Paulo realizara una actualización y las cambiara por un tono gris; en medio de toda la investigación que se hizo, se pudo establecer que quien fue el dueño de ambas máquinas realizó los trámites para el cambio de matrículas, pero falleció antes de que lo pudiera ejecutar.
Uno de los momentos más emotivos del video es cuando el coleccionista decidió encenderlas y los visitantes de su canal en YouTube pudieron escuchar el motor de estas poderosas camionetas que se fabricaron en Brasil entre 1979 y 1998, año en el que el icónico modelo F-1000 pasó a darle cabida a la F-200.
Esta famosa pick up contaba con un motor diésel de 3.9 litros y 86,4 CV; además, su capacidad de carga era de una tonelada, lo que la hizo una de las mejores en su época.