A la hora de tener que cambiar una llanta de un carro, muchos se ven sorprendidos por problemas con los pernos; en ocasiones, estos están desgastados y no permiten que la cruceta encaje a la perfección para poder desajustarlos y reemplazar el neumático.
Esta situación es mucho más compleja de lo que parece, pues al estar pinchado y no poder mover el vehículo, tampoco podrá cambiar la llanta, razón que lo obligará a llamar a un servicio especializado que transporte el automotor a un lugar donde empleen técnicas que permitan solucionar el problema.
Acá encontrará algunos consejos para poner en práctica en caso de verse en medio de una situación como esta.
¿Cómo cambiar una llanta si los pernos están dañados o ‘rodados’?
Calma, análisis y prevención
Si se vio obligado a detener la marcha por esta pinchado, lo primero que debe hacer es asegurarse que se estacionó en un lugar adecuado, donde los peligros de sufrir o provocar un accidente han sido contemplados y minimizados.
Luego, tendrá que constatar si los pernos están oxidados, desgastados o rotos, para saber cuál es la mejor acción a tomar. Recuerde levantar el carro con el gato y tener el área lista para intentar realizar la operación.
Pedir traslado a un taller especializado
Si efectivamente no hay nada que hacer y los servicios de carro taller tampoco funcionaron, lo ideal será pedir traslado a un taller especializado donde solucionaran el inconveniente utilizando varias tácticas.
- Extractores de perno: estos son dispositivos diseñados específicamente para remover tuercas dañadas y suelen tener un diseño helicoidal que se agarra al perno dañado cuando se gira en sentido antihorario. El proceso solo lo podrán realizar personas expertas, pues se requiere de perforar el elemento dañado para intentar girarlo y zafarlo con este tipo de herramientas.
- Brocas de extracción: las brocas de extracción están diseñadas para perforar el centro del perno dañado. Una vez perforado, se puede usar un extractor o un destornillador de impacto para retirar el perno. Asegúrate de utilizar una broca de tamaño adecuado para evitar dañar las roscas circundantes.
Trucos caseros para intentar quitar un perno rodado
- Uso de alicates de punta fina: si el perno está parcialmente salido y tiene suficiente superficie para agarre, los alicates de este tipo pueden ser útiles. Agarre firmemente el perno y gírelo lentamente en sentido antihorario. Esta técnica es más efectiva cuando el perno no está excesivamente dañado.
- Aplicación de calor: en algunos casos, aplicar calor al perno puede aflojar el óxido o el sellador que lo mantiene en su lugar. Utilice una pistola de calor o un soplete para calentar el perno durante unos minutos. Luego, intente girarlo con un alicate o una herramienta similar.
Aplicar soldadura
Si el perno está realmente dañado y las técnicas anteriores no funcionan, puede considerar la soldadura. En este caso, se buscará unir una tuerca al perno dañado, proporcionando un punto de agarre para desenroscarlo mucho más fácil. Esta técnica requiere habilidad y equipo especializado, por lo que se recomienda consultar a un profesional.
Golpes en lugares precisos y con herramientas adecuadas
- Si el perno está en un área donde puedes utilizar una herramienta de impacto, esta puede ser una opción efectiva. Las herramientas de impacto aplican golpes de fuerza que pueden aflojar el perno dañado, permitiendo su extracción.
- Si todo lo demás falla, perforar el perno completamente y luego utilizar un punzón para deshacer los restos puede ser una solución extrema. Esto puede dañar las roscas circundantes, por lo que debe ser un último recurso.