El Día Sin Carro es una iniciativa emblemática en Bogotá, que busca promover la movilidad sostenible y la reducción de la contaminación ambiental en la capital colombiana. Este evento nació el 22 de febrero de 2000, y desde 2010 también se comenzó a celebrar en septiembre.
Desde su inicio, el Día Sin Carro tuvo como objetivo fomentar el uso de medios alternativos de transporte, como la bicicleta, el transporte público y los desplazamientos a pie, por lo que se convirtió en una fecha bien recibida por los capitalinos que, desde entonces, han visto cómo la ciudad cambia por completo durante la jornada.
Ahora, en medio de la incertidumbre sobre su realización, la Secretaría de Movilidad de Bogotá confirmó que en septiembre no habrá Día sin Carro, terminando con las especulaciones y despejando las dudas de miles de capitalinos que se estaban preparando para esta nueva jornada.
“Información importante: Este último semestre del año no habrá Día Sin Carro y Sin Moto en Bogotá. Pero seguimos comprometidos con la movilidad sostenible y pedimos el apoyo de la ciudadanía para que sigan haciendo uso del transporte público, la bici o la caminata. ¡En mi casa nos mueve la sostenibilidad! #BogotáMiCiudadMiCasa”, explicó la entidad a través de sus redes sociales.
¿Cómo le ha ido al día sin carro en Bogotá?
En su primera edición, la participación fue notable, con más de 1.5 millones de bogotanos optando por dejar sus vehículos en casa. Este éxito inicial consolidó la importancia del evento, convirtiéndose en un referente en la lucha por un entorno urbano más sostenible.
A lo largo de los años, el Día Sin Carro ha evolucionado. A partir de 2001, el evento comenzó a celebrarse de manera anual, con ediciones que se han ido ampliando y adaptando a las necesidades de la ciudad.
En 2010, la administración de Samuel Moreno propuso la celebración de un segundo Día Sin Carro, que se llevaría a cabo el primer día hábil de septiembre, marcando un hito en la historia de la movilidad en Bogotá. Esta inclusión no solo amplió la visibilidad de la iniciativa, sino que también respondió a la necesidad de disminuir el tráfico en épocas de alta congestión, como el inicio del año escolar.
Desde entonces, el Día Sin Carro en septiembre ha generado un interés creciente entre los ciudadanos. La implementación de actividades culturales y recreativas durante este día ha fomentado una mayor participación de la comunidad, haciendo del evento una celebración de la movilidad sostenible. En cada edición, se han realizado actividades como ciclovías, ferias de movilidad y eventos educativos, promoviendo un cambio cultural en la percepción sobre el uso del transporte.
Sin embargo, el impacto del Día Sin Carro no solo se mide en la reducción del tráfico y la contaminación en una jornada específica. Ha servido como un catalizador para el desarrollo de políticas de movilidad más sostenibles, alentando a los bogotanos a reconsiderar sus hábitos de transporte diarios.
A medida que Bogotá avanza hacia un futuro más sostenible, el Día Sin Carro continúa siendo una herramienta vital en la búsqueda de una ciudad más amigable con el medio ambiente y sus habitantes.