La producción del modelo eléctrico del emblemático Fiat 500, en la planta de Mirafiori, cerca de Turín, en el norte de Italia, será suspendida durante un mes debido a la baja demanda, anunció la semana pasada el fabricante Stellantis.
“Esta medida es necesaria por la falta actual de pedidos” derivada de las “graves dificultades” que enfrenta el mercado de vehículos eléctricos en Europa, que afectan a todos los fabricantes, especialmente a los europeos, explicó Stellantis en un comunicado.
El fabricante franco-italoestadounidense subrayó que “Stellantis está firmemente comprometido con asegurar la continuidad de todas sus plantas y actividades, y está trabajando arduamente para gestionar y superar esta difícil fase de transición”.
La empresa anunció una inversión de 100 millones de euros (110 millones de dólares) para dotar al Fiat 500 eléctrico de una “nueva batería de alta potencia” y “aumentar su producción”.
Stellantis recordó que planea fabricar “a partir de 2025 o 2026″ una nueva versión híbrida del Fiat 500 en la planta de Mirafiori.
El anuncio de la suspensión de la producción hasta el 11 de octubre ocurre en medio de una polémica con el gobierno de Giorgia Meloni, que acusa al fabricante de trasladar su producción a países de bajos costos, en detrimento de las plantas italianas.
Stellantis incrementó su producción en Italia el año pasado en 9,6%, alcanzando casi 752.000 vehículos. Además, presionado por el gobierno, se comprometió a elevarla a un millón de unidades para 2030, una cifra que no se alcanzó desde 2017.
Sin embargo, tras tres años de crecimiento, la producción de Stellantis en Italia volvió a caer en el primer semestre de este año, con una disminución del 25,2%, totalizando 303.510 vehículos, según el sindicato FIM-CISL. Excluyendo los vehículos comerciales, la caída en los primeros seis meses del año alcanzó incluso 35,9%.
Los empleados de Mirafiori, donde también se produce el Maserati, experimentaron este año varios períodos de desempleo temporal debido a la baja demanda y al retraso en la implementación de los bonos ecológicos del gobierno para la compra de vehículos eléctricos, un sistema que no entró en vigor hasta junio.
Italia se opone a prohibición de venta de carros a gasolina
Europa es uno de los continentes donde la electrificación de la flota ha estado en el primer renglón de la agenda, tanto así, que se había acordado que, a partir de 2035, se dejarían de vender autos a combustión, algo que siempre a siempre ha incomodado a Italia, país donde la industria del motor es una de las más importantes y casa de importantes fabricantes como Ferrari y Lamborghini.
Según reveló el diario El Mundo, el gobierno italiano ha pedido a la Unión Europea revisar esta medida, pues, consideran que se pueda llevar al “colapso” de la industria automotriz en el territorio comunitario.
Y es que para algunos de los ministros del gabinete de Giorgia Meloni, la política climática que se ha impulsado en Europa desde hace algunos años no corresponde a las realidades del mercado y, simplemente, obedece a las ideologías que se han impulsado desde diferentes sectores.
Además, este sector de ministros italianos ha recalcado que hay que atender esta situación, pues señalan que la desaceleración en las ventas de carros eléctricos es un fenómeno que se ha comenzado a sentir con fuerza en todo el territorio comunitario.