Mantener el tanque de gasolina vacío o con niveles muy bajos puede tener consecuencias negativas tanto para el vehículo como para su seguridad.
Estas son algunas de las más importantes:
1. Daño a la bomba de combustible
La bomba de combustible está diseñada para estar sumergida en gasolina, lo que ayuda a enfriarla y lubricarla. Si el nivel de gasolina es bajo, la bomba puede sobrecalentarse y desgastarse prematuramente, lo que puede llevar a costosas reparaciones.
2. Entrada de sedimentos al motor
Con el tiempo, las partículas y sedimentos se acumulan en el fondo del tanque. Cuando el nivel de gasolina está bajo, estos sedimentos pueden ser aspirados hacia el sistema de combustible, obstruyendo los filtros e inyectores y afectando el rendimiento del motor.
3. Fallos en el motor
Cuando el tanque está casi vacío, puede entrar aire en el sistema de combustible, provocando fallos de encendido o problemas para arrancar. También puede ocurrir una pérdida de potencia o un comportamiento irregular del motor.
4. Condensación y corrosión
En tanques casi vacíos, puede acumularse humedad, especialmente en climas húmedos o fríos. La condensación puede mezclarse con la gasolina, reduciendo su calidad, y a largo plazo puede oxidar las paredes internas del tanque.
5. Riesgo de quedarse varado
Conducir con el tanque vacío aumenta las probabilidades de quedarse sin gasolina en un lugar inconveniente o peligroso, lo que puede poner en riesgo su seguridad.
6. Afectación del sistema de emisiones
Los niveles bajos de gasolina pueden generar problemas en el sensor de oxígeno o el convertidor catalítico, componentes clave para el control de emisiones.
Recomendaciones:
- Mantenga al menos un cuarto de tanque lleno para evitar estos problemas.
- Si conduce largas distancias o en zonas remotas, asegúrese de llevar suficiente gasolina de reserva.
- Realice un mantenimiento regular del sistema de combustible para prevenir problemas relacionados.
Más recomendaciones
Evite tanquear con el motor encendido: por seguridad, apague el motor antes de comenzar a llenar el tanque para prevenir accidentes o incendios.
Evita sobrellenar: detenga el llenado cuando la bomba se apague automáticamente. Sobrecargar el tanque puede provocar fugas y dañar el sistema de evaporación de combustible.
Tanquear en horarios con temperaturas más bajas: si es posible, cargue gasolina en la mañana o en la noche, cuando las temperaturas son más bajas, para minimizar la evaporación del combustible.
Revise el tapón del tanque: asegúrese de cerrar correctamente el tapón después de tanquear para evitar fugas y posibles emisiones contaminantes.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.