Este viernes, 6 de septiembre, transportadores y gobierno llegaron a un acuerdo para levantar el paro que completó casi cinco días y que provocó complicaciones a nivel de movilidad y abastecimiento de víveres e insumos en todo el país.
En primera instancia, el gobierno había anunciado un aumento de $ 1.904 en el precio del galón de diésel y, progresivamente, se iban a realizar otros aumentos para poder cerrar la brecha en los precios de este combustible y tener, así, tarifas de aproximadamente $ 15.000 por galón, medida que motivó al sector transportador a bloquear las vías.
Finalmente, y luego de varios días de negociaciones, las partes firmaron un acta en la que pactaron un incremento de $ 800 en el precio del galón de diésel, el cual se llevaría a cabo de la siguiente forma: un primer cobro de $ 400 que empieza a regir en el momento en que se ajuste la resolución, y otros $ 400 cuyo cobro se hará efectivo a partir del 1 de diciembre de 2024.
Pese a este acuerdo, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, fue claro y señaló que este solo regirá para los transportadores dueños de camiones y vehículos pesados, lo cual deja por fuera de la negociación a los propietarios de vehículos particulares quienes si sentirán un fuerte impacto en sus bolsillos.
Tarifa plena en el diésel para carros particulares
Bonilla indicó que el acuerdo logrado con los transportadores contempla tres acciones, las cuales incluyen a los grandes consumidores, los transportadores y los propietarios de vehículos particulares que funcionan con diésel.
“El decreto de grandes consumidores ya está vigente, eso significa que los grandes consumidores (se entiende por tal a los que consumen más de 20.000 galones mensuales y los compran directamente a los distribuidores, ellos no van a las estaciones de servicio), ellos ya tienen tarifa plena”, explicó Bonilla a Blu Radio.
“El segundo grupo es este que hemos acordado aquí, que va para todos los consumidores de diésel que van a estaciones de servicio y que va a ir gradualmente, pero ahí están incluidos los vehículos particulares y con ellos vamos a tener una tercera acción que debe estar lista de aquí a dos meses, y es que a los vehículos particulares se les va a eliminar completamente el subsidio, van a estar igual que los de gasolina”, explicó el ministro en la cadena radial.
Ante las dudas que esto puede generar en este sector, Bonilla ratificó que antes de finalizar el año, los vehículos particulares que operen con este combustible tendrán que pagar la tarifa plena, la cual será similar a la del precio de la gasolina.
“Para los vehículos particulares, antes de que termine el año, ellos tendrán tarifa plena. (...) A precio de productor tendría que llegar a $ 9.600 y el precio al público estaría por el orden de la gasolina corriente”, señaló Bonilla, teniendo en cuenta que este incremento será de $ 6.000.
Este ajuste, con el que se busca cerrar la brecha en el precio del diésel, está en estudio para saber si se hace en uno, dos o tres movimientos; además, el gobierno debe entrar a negociar con las estaciones de servicio para que a la hora de abastecer los vehículos, ellas puedan cobrar a los camiones la tarifa diferencial a los particulares la tarifa plena.
Actualmente, en Colombia, hay 360.000 vehículos particulares que operan con este combustible, los cuales, según el propio ministro de Hacienda, deberán asumir el incremento antes de finalizar el año.