El presidente de Hyundai, el español José Muñoz, valora como “positiva” para el sector del automóvil la estrecha relación que mantienen el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el fundador de Tesla y SpaceX, entre otras empresas, Elon Musk.
“No lo veo como una preocupación, honestamente”, ha recalcado Muñoz en las últimas horas, para añadir que tener a alguien “muy cercano” a la industria estadounidense y al mundo de los vehículos eléctricos “debería ser positivo”.
El responsable de unos de los mayores fabricantes de automóviles a nivel mundial desde el pasado 1 de enero advierte que el fin de los incentivos del gobierno de Joe Biden al impulso del vehículo eléctrico no va a cambiar los planes del grupo en Estados Unidos, donde ha abierto recientemente una planta tras una inversión de unos 5.500 millones de dólares en Georgia para producir el SUV eléctrico Ioniq 5.
“No hemos invertido en Estados Unidos por los incentivos”, ha manifestado, alegando que existe una “mejor situación” para el fabricante que hace “cuatro o cinco años” gracias a las inversiones acometidas que, a su juicio, han mejorado la “flexibilidad” de la compañía para adaptarse al entorno del mercado.
Hyundai planea invertir otros 90.000 millones de dólares más en todo el mundo antes de 2030 para ampliar su catálogo de coches eléctricos, hasta alcanzar los 21 modelos, que complementará con otros 14 híbridos, como parte de un impulso mayor con el que pretende elevar las ventas de coches anuales hasta 5,55 millones de unidades.
“Estados Unidos es el mercado más grande del mundo para Hyundai y localizar allí la producción es una de las soluciones más sencillas y mejores para hacer frente al tiempo de cambio”, ha comentado.
En el último año, las ventas de Hyundai en EE. UU. aumentaron un 4 %, hasta alcanzar cifras récord, gracias a las matrículas de híbridos y coches eléctricos.
¿Cómo va el mercado chino para Hyundai?
En China, donde los fabricantes de automóviles extranjeros luchan por limitar el ascenso de ventas de los fabricantes locales de coches eléctricos, Muñoz ha especificado que el plan del grupo pasa por la empresa conjunta con BAIC Motor, junto a la que invertirá 1.100 millones en una señal de compromiso por el futuro de la compañía en el gigante asiático.
“Los fabricantes de automóviles chinos locales están haciendo un trabajo mejor que nadie”, dijo, al tiempo que insistía en que sus operaciones en China son, a día de hoy, una forma de “experimentar” y apreciar cómo mejorar en el futuro.
Tras el anuncio de Trump de imponer más aranceles a los vehículos importados desde México, un estudio de S&P señala que la firma surcoreana no se vería tan afecta, justamente porque su producción para suplir al mercado estadounidense se basa en su propia planta de producción en Georgia y desde México importa pocas referencias.
En el caso de Toyota y Hyundai-Kia el impacto, según S&P, “parece manejable” dado que importan únicamente unos pocos modelos desde México (Toyota produce el Tacoma y Hyundai-Kia los modelos K4 y Tucson en el país). No obstante, el principal riesgo de Toyota procedería de la producción de su modelo RAV4 y algunos modelos de Lexus en Canadá. Pero si se terminara aplicando un potencial arancel del 20% a las importaciones de Japón y Corea del Sur como se ha amenazado contra Europa y Reino Unido, otro 9 % del Ebitda podría estar en riesgo para Toyota y de hasta el 19 % para Hyundai-Kia.