La dirección de un carro es parte fundamental, no solo para su funcionamiento, sino porque de su estado y de sus cualidades depende la seguridad del conductor y los ocupantes, por lo que siempre será necesario llevar a cabo el mantenimiento preventivo y las reparaciones necesarias para evitar accidentes en la vía.

En este sentido, es clave señalar que con el paso de los años, la tecnología se ha involucrado de forma directa con el desarrollo de los automotores, permitiendo nuevos avances y aportando al piloto un mayor control sobre el vehículo gracias a sistemas eléctricos, mejores materiales y sensores que brindan mejor maniobrabilidad y aumentan la seguridad.

Actualmente, existen diferentes tipos de dirección: hidráulica, electrohidráulica y eléctrica. A estas, que son las más recientes, hay que sumarle las direcciones mecánicas, las cuales se caracterizan por ser duras e incómodas y por venir en vehículos de modelos mucho más antiguos.

Hay diferentes tipos de direcciones, según el modelo y la tecnología que ofrezca la marca del carro. | Foto: Getty Images
  • Hidráulica: la compone una bomba que va ligada al motor a través de una correa, la cual hace que funciones su sistema hidráulico.
  • Electrohidráulica: también lleva una bomba que se acciona gracias a un motor que va conectada a la batería.
  • Eléctrica: a diferencia de la anterior, esta tiene un motor eléctrico ubicado en la columna de la dirección. Actualmente, es la más común en la industria automotriz.

Aunque la dirección es un sistema independiente, los neumáticos sueles ser clave a la hora de cuidarla, pues mantenerlos con la presión adecuada y equilibrada pueden evitar, en gran medida, que esta falle y que desemboque no solo en una reparación costos, sino en un accidente.

La correcta manipulación del volante de un automóvil es crucial para la seguridad, el confort y la eficacia de la conducción. | Foto: Getty Images

Señales de que la dirección de un caro está fallando

Girar el volante se ha vuelto complicado

En este punto hay dos puntos a tener en cuenta, pues girar el volante no debe representar ningún problema. El primero es que esto pueda ser el producto de un bajo nivel de refrigerante, lo que se soluciona agregando el faltante, pero lo que podría implicar que hay una fuga, por lo que hay que revisar por dónde se está perdiendo este líquido y cambiar la parte averiada.

Ruidos que antes no existían

Hay que prestar atención a los chirridos cuando se gire el volante o a bajar la velocidad. Estas dos señales pueden alertar sobre un futuro daño en la bomba de la dirección por tiempo de vida o por pérdida de líquido hidráulico. También hay que revisar el estado de la correa, la cual, al romperse, termina con cualquier capacidad de asistencia al conductor.

Vibración al conducir

Acá la experticia del piloto es necesaria, pues deberá apelar a su conocimiento para identificar si la vibración es en la dirección o se está dando en otra parte del carro y termina transmitida a las ruedas. En este punto hay que verificar el nivel del líquido en la bomba, el estado de la correa o el nivel de aire en los neumáticos, los cuales pueden afectar la conducción del auto.

El cuidado de los neumáticos es crucial para el mantenimiento de la dirección.

Falta de líquido

Este es un componente esencial y sus niveles deben ser revisados en cada visita de rutina al taller; este no se debe cambiar a menudo, pero si se identifica que no hay suficiente hay que completar la cantidad requerida; así mismo, se debe confiar en el mecánico, quien al percatarse de que este no huele a nada y es de color negro, indicará que hay que cambiarlo en su totalidad.