El cuidado y la conservación de un vehículo depende de muchos factores asociados, el uso que le da el propietario, el mantenimiento que se debe realizar siguiendo las recomendaciones del concesionario y hasta factores externos como el clima y las condiciones de la malla vial.
Sin embargo, hay cinco señales que le permitirán prever si su carro necesita una atención inmediata por parte de los expertos en la materia. En primer caso, el número de kilómetros recorridos da un indicio del uso que se le está dando al mismo.
El kilometraje de un vehículo también indica el momento exacto para llevar al mismo al concesionario o al taller de confianza con el que cuente la persona. Según los expertos, el momento adecuado para una revisión exhaustiva es al completar los 15.0000 kilómetros recorridos o en su defecto los doce meses desde que el último chequeo.
Otra de las señales de alerta es el desgaste que presenten los neumáticos del vehículo. Para este aspecto se debe considerar el tipo de terreno al cual ha sido expuesto el automotor, los factores climatológicos y el cuidado que se le ha dado en los últimos meses.
En la revisión preventiva que se realiza antes de poner en marcha un vehículo se puede determinar el desgaste de la superficie de los neumáticos, y si alguno de los dos lados de la llanta está evidenciando un desgaste mayor.
Por último, las llantas de un carro deben contar con el correcto proceso de inflado y de balanceo de los mismos para evitar dañar otros componentes del automotor.
Las luces de un vehículo también darían señas de la necesidad de acudir a un mantenimiento de emergencia, cuando las mismas empiezan a perder potencia se debe a que las bombillas que integran el sistema no funcionan de la manera adecuada.
Por otro lado, el mal funcionamiento de las bombillas estaría denotando un problema en el sistema eléctrico del vehículo que necesitaría la intervención de un experto en la materia.
Pasando a uno de los aspectos que se podría detectar al momento de hacer uso del vehículo está el oír ruidos extraños que provengan del interior del mismo. Cuando el conductor evidencia un sonido anómalo se puede tratar de mal funcionamiento de los sistemas del carro.
Por último, los goteos o la perdida de fluidos de un vehículo estarían denotando problemas en el sistema de aire acondicionado, además, esta problemática también se puede asociar a falencias en los niveles de refrigerante, anticongelante del radiador de tu auto, o incluso, del líquido de dirección.