El cuidado de la pintura de un carro es uno de los aspectos esenciales, no solo para que luzca limpio, impecable y en buen estado, sino porque a la hora de venderlo es uno de los factores que determina el éxito de la negociación.
Un carro con rayones, manchas, abolladuras u otros imperfectos en la puntura puede dar cuenta del uso que se le dio o del cuidado al que fue sometido, dejando mucho que pensar de quién lo está vendiendo y de la atención que se le prestó durante el tiempo que ha estado bajo su custodia.
Por el contrario, si el automotor ha estado en buenas manos, siempre lucirá con una pintura impecable, brillante y limpio, lo que dará para pensar que así como se le dio atención a su aspecto físico, también se le dio la atención necesaria a sus componentes mecánicos, facilitando así cerrar una compra o una venta.
En este sentido, hay que tener en cuenta que existen varios enemigos para la pintura de los carros, dentro de los cuales se incluyen factores como el clima o elementos que pueden resultar ser nocivos para el cuidado del carro.
10 enemigos que pueden dañar la pintura de su carro
Líquido de frenos: un riesgo oculto
Aunque el líquido de frenos es crucial para el funcionamiento de su automóvil, puede ser altamente perjudicial si entra en contacto con la pintura, especialmente los tipos más antiguos que no son a base de silicona. Estos líquidos, cáusticos por naturaleza, actúan como disolventes que pueden eliminar la capa de pintura y dañar la superficie del auto. Si bien las pinturas modernas han mejorado su resistencia, siempre es recomendable manejar el líquido de frenos con precaución y limpiar cualquier derrame inmediatamente.
Café y gaseosas: bebidas altamente dañinas
Estas bebidas son ácidas y pueden corroer la capa protectora de la pintura, acelerando el proceso de degradación. Además, el azúcar que contiene deja residuos pegajosos que atraen suciedad y partículas, lo que puede empeorar el daño. Si tiene un accidente, limpie cualquier derrame lo antes posible.
Heces de aves: un malestar general
Las heces de aves, aunque parezcan inofensivas, son bastante dañinas para cualquier auto. Son ácidas y pueden dejar manchas permanentes en la pintura, especialmente si no se retiran rápidamente. Si las heces se secan al sol, pueden adherirse fuertemente a la superficie y ser difíciles de eliminar. Es fundamental retirar los excrementos con un trapo húmedo y suave para evitar rayar la pintura o dejar marcas.
Gasolina: atención con los derrames del tanque
El desbordamiento de gasolina o los goteos pueden parecer incidentes menores, pero dejan marcas en la pintura de tu auto. Aunque la gasolina se evapora rápidamente, puede dañar la capa transparente que protege la pintura. Para prevenirlo, es recomendable encerar el auto después de cada lavado, lo que crea una capa adicional de protección y facilita la limpieza en caso de derrames.
Carioca: efectos de la fiesta
Aunque el aerosol de serpentina y la espuma son comúnmente usados en celebraciones y eventos, pueden dejar manchas difíciles de quitar en la pintura del vehículo. Las resinas y los colorantes de estos productos, si no se limpian a tiempo, pueden adherirse a la superficie y causar daños permanentes. Si se derrama, limpie inmediatamente el área con agua y jabón, o realice un lavado completo si es necesario.
Espuma de afeitar: para nada inofensiva
Tiene un efecto similar al de los aerosoles de serpentina y provoca decoloración si se deja por mucho tiempo sobre la superficie del vehículo. Retire con jabón tan pronto sea posible.
Cenizas: las huellas de la naturaleza
Aunque muchos se preguntan estas como llegan al carro, esto es más común de lo que parece; incendios forestales, estar cerca de una zona volcánica, compartir de un asado, o quemas de pastos en lugares cerca a donde se guarda el carro, pueden hacer que estas partículas se adhieran a él, provocando que al combinarse con la humedad se genera una reacción química donde el potasio y el calcio de estos elementos termine por afectar la pintura.
Betún: un producto dañino
Es un producto que en ocasiones se utiliza para disimular rayones, tapar huellas o fijar productos de limpieza; sin embargo, es dañino cuando se deja secar sobre la pintura.
Sal: un mal oculto
Este efecto lo pueden percibir quienes viven en zonas costeras o donde se presenta nieve. La sal que se utiliza en las carreteras durante el invierno para retirar el hielo, o la que trae el agua del mar, acelera la corrosión y puede dañar tanto la pintura como el chasis del automóvil. Para protegerlo, es fundamental lavar el vehículo con regularidad y aplicar una capa de cera o sellador.
Alquitrán: cuidado con el asfalto caliente
En los meses calurosos, el alquitrán tiende a derretirse y puede pegarse a la pintura de tu auto si entra en contacto con superficies de asfalto caliente o recién colocada. Si no se retira a tiempo, el alquitrán puede endurecerse y volverse extremadamente difícil de eliminar. Para eliminarlo sin dañar la pintura, existen productos especiales.