A la hora de comprar carro hay que tener en cuenta ciertos aspectos y realizar algunas evaluaciones previas que ayuden a que la inversión que se va a realizar sea la mejor desde el punto de vista costo beneficio.
De igual forma, es una compra que se debe hacer más desde el plano racional, que desde el emocional, pues esto le permitirá tener un mayor margen de análisis de las diferentes ofertas y opciones que se pueden presentar.
Así mismo, en el marcado existe una amplia gama de alternativas que pueden nublar la mente del comprador, por lo que le será un poco más complicado definir si busca un carro eléctrico o uno a gasolina, o si se inclinaría por un modelo deportivo o uno familiar.
Por esta razón, es que hay que tomarse un tiempo para analizar las opciones y tomar la decisión guiándose no solo del gusto personal, sino de una serie de respuestas que obtendrá tras cuestionarse sobre las necesidades, prestaciones, medios de financiación y ventajas de cada modelo que está en la lista de opciones
Responda estas preguntas y tome la mejor decisión
¿Cuál es el presupuesto?
Esto no solo incluye el precio de compra del vehículo, sino también otros costos asociados como el seguro, el mantenimiento, el combustible y los impuestos. Es recomendable tener en cuenta un margen adicional para imprevistos. Establecer un rango de precios te permitirá reducir las opciones y centrarte en lo que realmente puedes permitirte.
¿Cumple con sus necesidades?
Pregúntese sobre:
- ¿Cuántas personas suelen viajar en el vehículo?
- ¿Necesita espacio adicional para carga o equipaje?
- ¿Cuál es el uso principal del carro: transporte diario, viajes largos o actividades recreativas?
Es clave determinar si el uso del nuevo carro va a ser familiar o personal, algo que le ayudará a determinar si un sedán, un cupé o una SUV son la mejor opción.
¿Eléctrico, híbrido o a gasolina?
Hoy en día hay varias alternativas en el mercado y cada una de ellas presenta sus ventajas:
- Gasolina: Suele ser más accesible y cuenta con una amplia variedad de modelos. Hay más posibilidades de abastecimiento. No es tan amigable con el medio ambiente
- Diésel: Generalmente, ofrece mejor rendimiento de combustible, lo que puede ser atractivo para quienes conducen largas distancias. No es tan amigable con el medio ambiente
- Híbridos: Combinan un motor de gasolina con uno eléctrico, ofreciendo un consumo de combustible más eficiente y menos emisiones. Ayuda a cuidar el bolsillo.
- Eléctricos: Ideal para quienes buscan reducir su huella de carbono, aunque requieren acceso a estaciones de carga. Su mantenimiento es mucho más económico, pero los lugares para recargar no son tan comunes.
¿Cuáles son los comentarios o reseñas sobre la marca y el modelo?
Investigue sobre la fiabilidad de la marca y el modelo que le interesa. Consulte reseñas de expertos y opiniones de otros propietarios. Plataformas como foros de discusión, redes sociales y sitios web especializados pueden ser recursos valiosos. Considere aspectos como el costo de mantenimiento, la duración de la garantía y la disponibilidad de repuestos.
¿Permiten aplicar pruebas de conducción o test drive?
Este paso permitirá evaluar el confort, la maniobrabilidad y la visibilidad del vehículo. Preste atención a cómo se siente al conducir y si se adapta al habitáculo y si hay química con el carro. Además, verifique el funcionamiento de los sistemas de tecnología y seguridad que el carro ofrezca.
¿Qué tan buenas son las ofertas o promociones?
No se quede con la primera opción. Compare precios y ofertas en diferentes concesionarios. Investigue promociones y financiamiento, y no dude en negociar. A menudo, los concesionarios están dispuestos a ofrecer descuentos o incentivos que pueden hacer que tu compra sea más asequible.
¿Es fácil volver a venderlo para renovar?
Finalmente, considere el valor de reventa del vehículo. Algunos modelos mantienen su valor mejor que otros, lo que puede ser un factor importante si planea cambiar de carro en el futuro. Investigue las tendencias del mercado y elija un vehículo que tenga una buena reputación en términos de revalorización.