Llevar el carro al taller es una de las actividades que, aunque a muchos les gusta, a otros les genera cierta desconfianza, pues en ocasiones hay que recurrir a estos lugares por urgencia y no de manera preventiva.

Si este es el caso y no se puede ir a los lugares recomendados por los fabricantes o al taller de confianza al que siempre se acude, es normal que se sientan dudas sobre los procedimientos, la forma como reparan el carro y hasta el diagnóstico que entregue el experto, por eso es clave tener claro que tipo de estafas se pueden dar a la hora de someter el carro a una reparación en un centro de mecánica desconocido.

Estafas más comunes a la hora de ir a un taller desconocido

Reemplazo de piezas que estaban en buen estado

Esta es una de las estafas más comunes; algunos mecánicos pueden señalar que se necesita un nuevo filtro de aire, pastillas de freno o incluso un alternador cuando estas piezas aún están en buen estado. Para evitar ser víctima de esta práctica, siempre pida ver las piezas viejas antes de autorizar su reemplazo. Si la duda persiste, no dude en pedir una segunda opinión.

En ocasiones, algunos mecánicos pueden cobrar por realizar reparaciones que no son necesarias. | Foto: Getty Images

Reparaciones no realizadas

Otra trampa que algunos talleres utilizan es cobrar por reparaciones que en realidad nunca se realizaron. Pueden facturar por un cambio de pieza o un ajuste, algo difícil de detectar si no se cuenta con los conocimientos técnicos. Para evitarla, asegúrese de pedir las piezas viejas después de cualquier reemplazo y revisar el vehículo al recogerlo para confirmar que el trabajo acordado realmente se haya hecho.

Cargos por diagnósticos innecesarios

Algunos talleres cobran tarifas excesivas por diagnósticos simples que se pueden realizar rápidamente con herramientas estándar. Por ejemplo, verificar el código de error de un “check Engine” podría costar mucho más de lo necesario.

Aceites y líquidos sobrefacturados

El aceite y otros líquidos son esenciales para el buen funcionamiento de tu vehículo, pero algunos talleres inflan los costos o cobran por más cantidad de la necesaria. Además, en ocasiones, se facturan aceites reutilizados como si fueran los de mejor calidad. Para evitar esta estafa, revise el manual de su vehículo para conocer la cantidad y el tipo de aceite recomendado.

El cobro por mano de obra puede ser inflado; revise el trabajo y cerciórese que el trabajo cumple con lo que le están facturando. | Foto: Getty Images

Ajustes de frenos innecesarios

Los frenos son una de las partes más importantes de la seguridad de tu vehículo, y algunos talleres aprovechan la preocupación por la seguridad para recomendar reemplazos o ajustes que no son necesarios. Es importante que las inspecciones de frenos se realicen periódicamente, pero no siempre es necesario cambiar las pastillas o los discos. Exija ver el desgaste y, si no está seguro de la recomendación, busque una segunda opinión.

Repuestos genéricos que pasan como originales

Algunos talleres instalan piezas genéricas, mucho más baratas, pero las cobran como si fueran originales. Esta práctica es engañosa, ya que las piezas genéricas pueden no tener la misma durabilidad o calidad que las originales. Para evitar el cobro por piezas falsas, siempre solicite la factura de las piezas que han sido compradas y verifique que sean de la marca adecuada para tu vehículo.

Hay lugares en los que cobran por diagnósticos que en algunos centros son gratis. | Foto: Getty Images

Cobros por mano de obra inflados

Algunos talleres pueden inflar los costos de mano de obra al cobrar por más horas de trabajo de las que realmente se necesitaron. Si al final el costo de la reparación parece excesivo, pregunte cuánto tiempo estimaron que tomaría el trabajo y verifique las tarifas locales de mano de obra. Si la factura es mucho más alta de lo esperado, solicite una explicación detallada de cada cargo.