Viajar por carretera es uno de los planes que más se disfruta; la posibilidad de conocer varios lugares mientras se llega al punto de destino, disfrutar de paisajes y de la gastronomía, hacen que estas aventuras tengan un valor incalculable y que los momentos que se conviertan en gratos recuerdos.
Sin embargo, para poner en marcha estos planes es necesario contemplar diferentes variables relacionadas con el carro que se va a emplear para el viaje, lo cual acarrea algunos gastos y un monto de reserva para atender cualquier eventualidad que pueda suceder.
Desde la inversión en combustible, hasta los peajes y reparaciones que puedan surgir antes, durante o después del viaje, son factores que hay que tener en cuenta para poder viajar tranquilo y con el bolsillo preparado.
¿Qué gastos debe tener en cuenta para su carro a la hora de viajar por carretera?
Gasolina y otros tipos de combustible
El gasto en combustible suele ser uno de los más significativos en un viaje por carretera. Antes de partir, es recomendable calcular la distancia total del trayecto y el consumo promedio del vehículo en litros por cada 100 kilómetros. También se debe investigar el precio del combustible en las estaciones a lo largo de la ruta, ya que puede variar considerablemente entre regiones.
Para optimizar este gasto, muchos conductores eligen rutas que combinan autopistas y carreteras secundarias, ya que estas suelen ser más eficientes en términos de consumo. Además, es importante mantener una conducción constante y evitar aceleraciones bruscas, lo que puede reducir el gasto de combustible hasta en un 15 %.
Peajes
En muchas regiones, las autopistas y carreteras principales están sujetas a peajes. Estos pueden acumularse rápidamente dependiendo de la distancia y la ruta seleccionada. Consultar mapas actualizados y aplicaciones de navegación puede ayudar a estimar este gasto y, en algunos casos, a planificar rutas alternativas que eviten los peajes, aunque estas rutas podrían implicar más tiempo de viaje.
Revisiones y mantenimiento preventivo: la seguridad no da espera
Antes de cualquier viaje largo, es fundamental realizar un chequeo completo del vehículo. Esto incluye revisar niveles de aceite, líquido de frenos, anticongelante y agua para el limpiaparabrisas. También se debe inspeccionar la presión y el estado de los neumáticos, ya que unas llantas en mal estado no solo son peligrosas, sino que también aumentan el consumo de combustible.
Dependiendo del estado general del automóvil, este mantenimiento preventivo puede incluir cambios de filtros, correas o incluso una alineación. Aunque estos gastos pueden parecer elevados antes del viaje, son una garantía de evitar reparaciones más costosas en la carretera.
Seguros al día
Es indispensable verificar que el seguro del auto esté vigente y cubra imprevistos específicos como accidentes, averías o robos durante el trayecto. Algunos países o estados exigen seguros adicionales para transitar por sus carreteras, por lo que es prudente investigar los requisitos legales del destino y sus alrededores.
Para el caso de Colombia es indispensable, además, contar con el SOAT y revisar si el vehículo requiere de revisión técnico-mecánica.
En algunos casos, las aseguradoras ofrecen coberturas temporales para viajes, que incluyen asistencia vial, grúas y hospedaje en caso de emergencias. Aunque este servicio implica un costo adicional, brinda tranquilidad y soporte en situaciones inesperadas.
Un plan para imprevistos y emergencias
Por más planificación que se haga, siempre existe la posibilidad de enfrentar imprevistos como pinchazos, multas de tráfico o necesidades de última hora. Tener un fondo destinado exclusivamente para emergencias es una medida prudente.
Adicionales
Si a la hora de alistar el kit de carretera se da cuenta de que le faltan elementos o herramientas, habrá que ponerlo al día para garantizar un viaje tranquilo y sin inconvenientes.