BMW ha llamado a revisión 270 vehículos en Estados Unidos para corregir una soldadura defectuosa en los sistemas de frenado suministrados por el proveedor alemán Continental, que obligó al grupo automovilístico a retirar otros 1,5 millones de vehículos de las carreteras a principios de septiembre por un fallo en un componente eléctrico.
Los ingenieros de la planta de BMW en Shenyang, China, descubrieron en julio este nuevo fallo durante unas pruebas de control de calidad que pueden hacer que los sistemas de frenado de emergencia de los vehículos no funcionen correctamente, aumentando el riesgo al accidente.
A principios de septiembre, BMW retiró más de un millar de coches por fallos en un componente eléctrico de Continental, cuya reparación se calcula que le cueste al fabricante casi 1.100 millones de dólares, lo que provocó que BMW protagonizara su peor sesión desde febrero de 2021 tras reducir el margen operativo hasta el 6 %.
El fabricante de automóviles con sede en Múnich asegura que es el único fabricante que utiliza el nuevo sistema de frenado de Continental hasta ahora en toda su línea, incluidos los modelos Rolls-Royce y su gama de SUV.
A pesar de este nuevo capítulo en la crisis del grupo, BMW repunta un 3,4 % en la Bolsa de Valores de Frankfurt hasta los 78,24 euros por título. La capitalización de la compañía se ha desplomado más de un 18 % en el último año.
Donald Trump hace llamado a las firmas alemanas
Este hecho que ocupa a BMW se da a horas de que el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, lanzara una propuesta para presionar a los fabricantes de autos a permanecer en ese país y no trasladar sus operaciones a otras naciones.
Para evitarlo, explicó el expresidente de EE. UU., buscará imponer aranceles significativos para impulsar la manufactura automotriz de forma local, pese a las advertencias de los consumidores de ese país sobre el mayor costo final que tendrían los vehículos producidos allí y a la falta de información precisa sobre esta iniciativa.
“Quiero que las compañías automotrices alemanas se vuelvan compañías automotrices estadounidenses. Quiero que construyan sus plantas aquí”, dijo Trump durante un discurso en Savannah, Georgia.
Trump añadió que, de ser elegido, colocaría un arancel del 100 % sobre cada automóvil importado desde México y que la única manera de evitar ese gravamen sería que la automotriz fabrique los vehículos en territorio estadounidense.
“Pondremos un arancel del 100 % a cada auto que entre por la frontera con México. La única manera de que [los fabricantes] se libren de ese impuesto será construir una planta aquí en Estados Unidos”, sentenció el candidato republicano.
Las automotrices alemanas y de otros países ya tienen extensas operaciones de fabricación en Estados Unidos, y hoy en día muchas fabrican más vehículos de los que venden en el país. BMW, por ejemplo, tiene una planta de más de 700.000 metros cuadrados en Carolina del Sur que da empleo a 11.000 personas y fabrica más de 1.500 camionetas SUV al día para Estados Unidos y 120 mercados de exportación. Mercedes y Volkswagen también tienen grandes fábricas en el territorio.
Si las automotrices alemanas aumentan la producción en Estados Unidos, probablemente tendrían que tomarla de Alemania, que entonces operaría por debajo de su capacidad y sería menos eficiente, dijo Sam Abuelsamid, principal analista de investigación de Guidehouse Insights. “No tiene sentido”, señaló.
Con información de Europa Press.