Paso 1

Preparar una buena taza de café tiene su ciencia. El primer paso consiste en identificar el tipo de café favorito. Ronald Valero, barista de Juan Valdez Café, precisa que “Colombia tiene una gran diversidad de sabores. Son 23 departamentos productores, con más de 596 municipios en donde se cultiva y procesa. Así que las condiciones de altura y clima influyen en los sabores diferenciados que se encuentran en cada región”.

Esto significa que desde su origen el sabor varía y esto influye en el resultado final de cada preparación. “El café del norte del país, por ejemplo, tiende a ser más fuerte, mientras que el del sur es más suave y el del centro, un poco más balanceado”, asegura Valero. Por eso, un factor clave que se debe tener en cuenta al prepararlo es si se quiere fuerte, suave o balanceado.

Paso 2

El siguiente paso es escoger el método de preparación. René Flores, gerente de Matuca Coffee Experience, asegura que “el método más usado en los hogares es el de la combustión directa, que solo necesita de una olla convencional”. En este caso, Valero recomienda medir muy bien la cantidad de agua y de café. La sugerencia es una cucharada sopera de café por un pocillo pequeño de agua.

Otras formas de preparación son las que se conocen como métodos de filtración, que básicamente consisten en extraer la parte soluble del café. Flores destaca la prensa francesa, la moka, la chemex, el sifón japonés o la máquina de expresso, entre otros.

La limpieza, higiene y buen estado de los utensilios también son aspectos importantes para la preparación, así como conocer el tipo de molienda que se requiere según el método. Por ejemplo, “si se va a preparar un café en una olla tradicional o en una prensa francesa, se requiere de una molienda gruesa. Si van a utilizar una cafetera de filtro, se necesita de una molienda media, que está entre lo grueso y lo fino. Y si lo van a hacer por medio de máquinas de expresso, cafeteras italianas o moka, la molienda que se requiere es la más fina”, puntualiza Valero.

Paso 3

Una vez esté claro el tipo de café y su método de preparación hay que definir la cocción. “Lo más importante es cuidar que la cocción sea adecuada, para lo cual es clave la temperatura”, comenta Flores.

Valero asegura que “el agua debe alcanzar su punto de ebullición, pero no estar hirviendo a la hora de ponerle el café”. La señal para agregar las cucharadas de café es cuando el agua empiece a burbujear un poco, ahí mismo “se debe retirar el agua del fuego hasta que se estabilice y luego agregar el café”, añade Valero.

El agua muy caliente puede extraer sabores amargos del grano, por lo que es recomendable tener en cuenta la temperatura, además de no revolver mucho la mezcla, pues esto puede hacer que se pierda la esencia del café. Con estos pasos y recomendaciones podrá disfrutar de una deliciosa taza con el balance perfecto de sabores.