El cerebro se encarga de combinar la información sensorial de los ojos, oídos y músculos para ayudar a coordinar el movimiento, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó en su portal web que el cerebro controla los pensamientos, la memoria, el habla y regula la función de muchos órganos.
No obstante, a medida que se envejece, el cerebro pasa por cambios naturales como, por ejemplo, se pierden neuronas.
“Las neuronas pueden comenzar a transmitir mensajes más lentamente que en el pasado. Los productos de desecho u otros productos químicos como beta amiloide se pueden acumular en el tejido cerebral, a medida que las neuronas se descomponen. Esto puede causar que se formen cambios anormales en el cerebro llamados placas y ovillos neurofibrilares”, explicó la biblioteca de Estados Unidos.
Adicional, señaló que la reducción en el pensamiento, la memoria y la capacidad cognitiva es una parte normal del envejecimiento, pero estos cambios no son iguales en todas las personas, ya que algunas presentan muchos cambios en los nervios y en el tejido cerebral, mientras que otras tienen pocos cambios y estos cambios no siempre están relacionados con efectos en su capacidad para pensar.
Dicho lo anterior, para cuidar el cerebro se debe realizar actividad física, y es importante realizar ejercicio al menos 30 minutos diarios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues esto aumenta el flujo sanguíneo al cuerpo entero, incluso al cerebro, y ayuda a mantener la memoria activa.
También es recomendable mantenerse activo mentalmente porque, así como hay que ejercitar el cuerpo, hay que ejercitar la mente con actividades que estimulen el cerebro y lo mantengan en forma.
Por ello, para hacerlo, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, recomienda hacer crucigramas, jugar bridge, tomar caminos diferentes cuando se conduce, tocar algún instrumento, entre otros.
Asimismo, otras recomendaciones que ayudan a regenerar las células del cerebro; por ejemplo, son: realizar actividades nuevas, como cepillarse los dientes con la mano contraria a la que usa, tomar calles nuevas para ir al trabajo o al colegio, aprender nuevos idiomas, tocar algún instrumento, cocinar, entre otras, ya que esto hará que la memoria del cerebro se active.
Sobre la misma línea, es importante tener una alimentación saludable y la Fundación Pasqual Maragall, una fundación sin ánimo de lucro dedicada a la investigación científica del Alzheimer, reveló que es recomendable seguir una dieta mediterránea que está basada en: comidas a base de vegetales, con solo pequeñas cantidades de carne de res y pollo; más porciones de granos enteros, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres; alimentos que en forma natural contengan cantidades altas de fibra; mucho pescado y otros mariscos en lugar; aceite de oliva como la fuente principal de grasa empleada para preparar los alimentos. Este aceite es una grasa saludable y monoinsaturada; alimentos que se preparan y sazonan de manera simple, sin salsas ni jugos de la carne.
De igual forma, es importante dormir bien, ya que esto ayuda a consolidar los recuerdos, de modo que se puedan recordar más adelante y la mayoría de los adultos necesitan de siete a nueve horas de sueño por día.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.