El celular se ha convertido en uno de los elementos más usados por el hombre. Algunas personas han desarrollado una dependencia hacia este dispositivo. Lo utilizan desde que se levantan hasta antes de dormir, pasando por el trabajo, cuando van al gimnasio y salen con amigos. Es el objeto con el que mayor interacción se realiza.
Este dispositivo tiene diferentes efectos positivos. Su funcionalidad y practicidad les brinda a los seres humanos soluciones para su día a día. Una alarma para despertarse, música para escuchar mientras se va al trabajo, calculadora para realizar diferentes operaciones, una aplicación para conocer las rutas del transporte público o solicitar un servicio de taxi, entre otros miles de usos. A través de un solo objeto, las personas pueden realizar todas esas acciones, con solo un toque en la pantalla de su celular.
Aunque cada vez más la transformación digital destaca el protagonismo del celular en la vida de las personas, el uso de este dispositivo puede ser perjudicial para la salud, así lo señala el portal web de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
- Estado de ánimo: de acuerdo con el Joaquín Gutiérrez Soriano, investigador del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, de la Facultad de Medicina de la UNAM, el uso excesivo del celular puede poner en riesgo el bienestar de las personas. Por ejemplo, aquellas que pasan mucho tiempo en redes sociales tienen posibilidades altas de presentar síntomas de depresión. “Es un fenómeno descrito no solo como biológico, sino como social y cultural”, explica el investigador.
- Ansiedad: cuando las personas acostumbran a mantener una rutina diaria en la que la mayoría del tiempo es el celular, se genera una dependencia. Cuando se olvida el dispositivo o se encuentra a una distancia que impide su uso, ocurren episodios de ansiedad. De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, existen algunos estudios que explican cómo se puede medir esta ansiedad. Esto se puede realizar con respecto a cuántos mensajes se envían, cuántas llamadas se realizan y cuántas veces se revisa la pantalla del celular durante el día.
- Afectación en los niños: de acuerdo con Gutiérrez, los niños menores de dos años no deberían utilizar celulares. En caso de que los cuidadores lo permitan, se recomienda hacer de forma gradual y paulatina. Este dispositivo puede limitar algunos procesos de aprendizaje de los niños, en especial el lenguaje. Por esto, se recomienda que los pequeños hagan un uso mínimo, en lo posible que no, de estos aparatos electrónicos. “Los niños aprenden a hablar copiando a sus padres, y en este sentido proporcionarles un móvil para mantenerlos tranquilos les bloquea el estimulo directo, no favorece la comunicación y capacidad de hablar a edades tempranas”, explica el investigador.
- Relaciones interpersonales: aunque esto no está directamente relacionado con la salud de las personas, a largo plazo puede significarlo. Con el uso del celular, algunas personas reducen su comunicación y relaciones sociales a mensajes de redes sociales. Esto limita y dificulta los vínculos sociales y reduce aún más las habilidades comunicativas.
Muchos niños pequeños utilizan celulares para escuchar música o ver videos de programas infantiles, autorizados por sus padres. Algunos cuidadores eligen el celular como una forma de distracción para los bebés.
Los expertos recomiendan evitar el uso de estos dispositivos en la infancia, para permitir que los pequeños descubran y aprendan con otras herramientas. Si se permite el uso de estos aparatos, se sugiere a partir de los 10 años.
“A esa edad, el desarrollo del niño ha madurado lo suficiente como para que pueda administrarlo con indicaciones de los padres”, afirma la doctora Flora de la Barra, psiquiatra de niños y adolescentes, adscrita a Clínica Las Condes.