El ajo es un ingrediente de sabor potente que es usado por millones de personas en la cocina y que se compone de minerales como el yodo, fósforo, potasio y vitaminas como la B6. Las propiedades del ajo están basadas sobre todo en los componentes sulfurados que contiene (alicina, alil/dialil sulfidos), de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición.

Uno de los principales beneficios del consumo de ajo es que disminuye el riesgo de sufrir problemas de presión arterial, algo que preocupa generalmente a las personas hipertensas, según un estudio publicado por la revista científica Molecular and Cellular Biochemistry.

Además, la revista médica Diabetes, Metabolic Syndrome and Obesity publicó un estudio en el que se determinó que los pacientes diabéticos que consumían ajo en ayunas para complementar su respectivo tratamiento mostraron una reducción considerable de sus niveles de glucosa.

De igual manera, el estudio realizado por investigadores del Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong (China) reveló que el ajo fue superior al placebo en la reducción de colesterol sérico total (CT) y triglicéridos (TG).

Ajo (Getty) | Foto: chrisboy2004

Adicional, la revista médica Journal of Medicinal Food publicó una investigación en la que se evidencia que el ajo puede combatir los procesos de inflamación, pues incorpora elementos como el disulfuro de dialilo que sirven para tratar de manera natural la artritis.

No obstante, también se pueden obtener beneficios del ajo a través de su aceite y el diario español Mundo Deportivo reveló, en su sección de comida, que para prepararlo lo primero que hay que hacer es lavar seis cabezas de ajo con agua caliente y esperar a que se sequen.

Después, se debe retirar la cáscara del ajo y se deben poner en una bandeja que se pondrá al horno a 180°C y se esperan 15 minutos. Cuando se saquen del horno se espera a que se enfríen y mientras tanto en un recipiente de vidrio se debe agregar 100 ml de zumo de limón y los ajos horneados. Posteriormente, se añaden 500 ml de aceite de oliva virgen extra y se agita el recipiente para que los ingredientes se mezclen y se integren los sabores.

Finalmente, el recipiente se introduce en el horno a 180°C y se esperan cinco minutos para colar la mezcla y llevarla a otro recipiente en el que se introducirán otros ajos, aunque el agregar los ajos puede ser opcional, ya que el sabor puede ser fuerte y esto va a gusto de las personas.

El diario explicó que este aceite se puede utilizar como aderezo en las ensaladas y se puede poner sobre rebanadas de pan, patatas o tostadas.

Sin embargo, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, es importante reducir la ingesta de ajo en personas con problemas estomacales o digestivos, ya que podría llegar a producir irritación del tracto gastrointestinal.

Medline Plus también advierte que el ajo, especialmente fresco, podría aumentar el sangrado. Por ello, recomiendan dejar de tomarlo al menos dos semanas antes de un procedimiento quirúrgico. Asimismo, los pacientes sometidos a tratamiento anticoagulante deben vigilar su consumo, ya que puede elevar el riesgo de sangrado.

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todos.