Con el paso de los años, las famosas ´líneas de expresión´empiezan a notarse en diferentes partes del cuerpo, pero el rostro es el área donde son más evidentes. Aunque las arrugas son signos naturales del envejecimiento, para algunas personas esto puede disgustar.

Estos cambios en la piel son causados por diferentes variables. Por ejemplo, los contaminantes del medio ambiente en el que se transita y los factores a los que se ve expuesto el cuerpo durante la rutina diaria, como el humo de tabaco, suscitan un daño significativo en la piel.

Asimismo, con el tiempo, también se observa que la piel va perdiendo poco a poco su elasticidad en las piernas, muslos, en los glúteos y otras partes del cuerpo. Esto sucede porque se debilitan los tejidos de sostén y se disminuye la producción de colágeno y elastina, las encargadas de brindar firmeza, sostén y elasticidad a todo el cuerpo. Además del envejecimiento, los embarazos, la obesidad y los cambios de peso también son factores que contribuyen a la formación de flacidez, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Existen diferentes formas de cuidar la piel. Las empresas de belleza se han encargado de comercializar productos que ayudan al tratamiento de problemas de la piel; al igual que negocios de cuidado del cuerpo, como spas y clínicas estéticas, que brindan servicios para tratar la piel y mejorar su apariencia. Sin embargo, para algunas personas estos productos y servicios pueden ser costosos; por lo que deben recurrir a alternativas diferentes.

Las opciones naturales son algunos de los métodos preferidos para algunas personas. Productos caseros, plantas medicinales, entre otros, son utilizados para tratamientos de la piel, en especial, del rostro. La miel y el aceite de oliva son aliados de la belleza, gracias a sus componentes, que aportan muchos beneficios para la piel.

Miel y aceite de oliva

La miel es un alimento que posee aminoácidos, enzimas y antioxidantes que nutren las células para regular el ph y mejorar el proceso de reparación celular de la piel. Asimismo, tiene propiedades que contribuyen al proceso de cicatrización y rejuvenecimiento, por lo que es muy importante para el cuidado de la piel.

El aceite de oliva tiene contenido alto de omega 3 y vitamina E, esta última ayuda en el proceso de prevención del envejecimiento prematuro, causado por el estrés oxidativo, de acuerdo al informe realizado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.

La mezcla de ambos productos es un gran tratamiento para el cuidado del rostro. Sus componentes aportan hidratación, la cual ayuda a mejorar la apariencia de las líneas de expresión. El portal Mejor con Salud señala cómo realizar una mascarilla con la miel y el aceite de oliva.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de aceite de oliva (32 g)
  • 1 cucharada de miel de abejas (25 g)

Preparación

  1. En una taza, previamente lavada, agregar las cucharadas de aceite de oliva y la cucharada de miel. Luego, mezclar hasta obtener un resultado homogéneo.
  1. Antes de aplicar la mascarilla es esencial limpiar el rostro. Luego, aplicar el producto con suavidad.
  1. Dejar actuar el tratamiento por 30 minutos.
  1. Enjuagar con abundante agua.
  1. Esta mascarilla se puede aplicar 2 o 3 veces a la semana. Cabe resaltar que no se recomienda para aquellas personas que tienen problemas cutáneos como dermatitis.

¿Cómo prevenir las arrugas?

El colágeno es una de las proteínas del cuerpo más importantes y tiene diferentes funciones. Además de estar presente en la piel, también está en las uñas, huesos, ligamentos y tendones. Cada capa de la piel tiene tejido conectivo, que está compuesto por varias capas de colágeno, para dar soporte. Asimismo, estas capas contienen fibra de elastina, las cuales brindar fuerza y elasticidad, señala Mayo Clinic.

Para evitar la alta prominencia de arrugas y flacidez en la piel es importante ayudar al cuerpo a producir colágeno. La estimulación de la producción de colágeno puede hacerse de forma natural. Semana presenta varias formas para estimular la producción de colágeno, elastina y queratina.

  • Alimentación saludable: una dieta balanceada es fundamental para el bienestar integral del cuerpo humano. Para la piel también lo es. Por eso, se debe disminuir el consumo de harinas refinadas, alimentos procesados y azúcares.
  • Descanso: una piel radiante y linda es el resultado de un buen descanso. Dormir al menos ocho horas es uno de los elementos para que la piel luzca joven. La melatonina, una de las hormonas que interviene en el ciclo del sueño, tiene propiedades anti-inflamatorias y antioxidantes que disminuyen los signos del envejecimiento.
  • Hidratación: tomar alrededor de ocho vasos al día es lo recomendable para que la piel se mantenga hidratada y con fuerza.
  • Protección solar: los rayos solares son los principales enemigos del colágeno y la elastina. Por eso, el fotoprotector es indispensable en la rutina diaria. También debe aplicarse en lugares cerrados, pues la piel está expuesta a otro tipo de luz como el de las pantallas y los celulares, las cuales aumentan la aparición de manchas en la piel.