Aunque el orégano es conocido por ser una planta de color verde oliva que se usa casi siempre para temas de cocina, muchos aprovechan el aceite de este elemento natural para obtener los importantes beneficios que ofrece a la salud, gracias a las propiedades de sus componentes.

De acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el aceite de orégano se aplica sobre la piel para problemas cutáneos como el acné, el pie de atleta, la caspa, el afta, las verrugas, las heridas, la tiña, la rosácea y la psoriasis.

De igual forma, se usa para las picaduras de insectos y de arañas, las enfermedades de las encías, los dolores de muelas, los dolores musculares y articulares, y las venas varicosas. El aceite de orégano se aplica de forma tópica como un repelente de insectos.

Entre sus propiedades, destaca el poder antioxidante del extracto etanólico del orégano, según un estudio publicado en Oxidative Medicine and Cellular Longevity; beneficio que hace que esta especia pueda llegar a tener potencial para retardar o prevenir la oxidación causada por los radicales libres, responsables del envejecimiento celular, explica el sitio experto Mejor con Salud.

Es así que tener este producto a la mano es una buena idea, por ello, estos son los pasos para preparar el aceite de orégano en casa, descritos por la web especializada en bienestar.

En primer lugar se deben disponer de los siguientes ingredientes y elementos: 1/2 taza de hojas de orégano (50 gr), 1/2 taza de aceite de oliva, de semillas de uva o de almendras (200 ml) y un recipiente de cristal con tapa.

Listo esto, se puede proceder con la preparación. Para empezar, se deben lavar las hojas de orégano y dejar que se sequen. A continuación, se deben machacar con ayuda de un mortero o algún utensilio que sirva para este fin. Esto se hace para que la planta libere todas sus propiedades, explica Mejor con Salud.

Luego, se deben colocar en el recipiente de vidrio, donde va a quedar almacenada la mezcla. Ahí se debe verter el aceite elegido hasta cubrir las hojas de orégano por completo y dejar reposar por unos minutos. Seguido a esto, se debe colocar una olla con agua a hervir. Una vez que hierva, se debe apagar el fuego e introducir el frasco con la mezcla.

El frasco se debe dejar en baño maría por alrededor de 10 minutos para que el aceite y el orégano se incorporen. Transcurrido este tiempo, se debe retirar el recipiente del agua, taparlo y dejar conservar durante 2 semanas en un lugar fresco y seco.

Pasado este tiempo, se debe colar la preparación y ya, quedará listo el aceite de orégano casero para darle el uso que se prefiera.

Orégano | Foto: Getty Images

Precauciones con el uso del orégano

Al igual que con otras hierbas medicinales, antes de utilizar el orégano, así como su aceite, es importante asegurarse de que su consumo o uso no sea perjudicial para la salud. Aunque este se considera seguro en la mayoría de los casos, existen ciertos riesgos para mujeres embarazadas y lactantes.

Con respecto a su consumo, en exceso, podría provocar palpitaciones, alteraciones nerviosas, depresión, entorpecimiento y somnolencia. La dosis apropiada de orégano depende de varios factores como la edad, la salud y muchas otras condiciones. Sin embargo, hasta el momento no existe suficiente información científica para determinar un rango apropiado de dosis de orégano en niños y en adultos.

Medline Plus señaló que la hoja de orégano y el aceite de orégano son probablemente seguros cuando se toma en cantidades en la que se encuentra en los alimentos, pero en ocasiones cuando es consumido vía oral puede producir efectos secundarios leves tal como malestar estomacal.

Además, el orégano podría también producir una reacción alérgica en aquellas personas que tienen alergia a las plantas de la familia Lamiaceae que incluyen la albahaca, el hisopo, la lavanda, la mejorana, la menta y la salvia.

Por último, el aceite de orégano no debería aplicarse en la piel en concentraciones mayores a 1 % porque podría causar irritación.