El aceite de ricino proviene de las semillas de la planta ricinus communis, originaria de las áreas tropicales de África y Asia, según explica el portal especializado en salud Medical News Today. Además, este aceite se utiliza con fines estéticos, aunque es posible que se generen reacciones alérgicas como erupciones cutáneas, hinchazón o picazón y por ende es importante tener precaución con su uso.
El portal también explicó que al aceite se le han atribuido beneficios para el cabello, las uñas, las pestañas y cejas, pero no hay evidencia científica que lo respalde, solo los buenos resultados de las personas que lo han utilizado.
En lo referente al cuidado del cabello, el aceite de ricino fomenta su crecimiento, aportándole vitalidad, brillo e hidratación a la vez. Por ello, Eduardo López, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, le dijo a Cuídate Plus que el aceite de ricino pueden mejorar la textura del cabello y reducir su fragilidad. “Es capaz de restaurar las alteraciones de las propiedades físico-químicas de la vaina del pelo”, señaló.
Asimismo, el portal de belleza Mis Aceititos reveló una mascarilla para obtener sus beneficios y para prepararla se necesitan: dos cucharadas de aceite de ricino puro orgánico; un huevo y una cucharada de miel orgánica. En seguida, se mezclan todos los ingredientes hasta conseguir una pasta homogénea y, cuando los ingredientes estén integrados se aplican en el cabello desde el cuero cabelludo hasta las puntas. posteriormente, se deben esperar entre 30 y 60 minutos para finalmente, retirar la mascarilla con agua fría. El anterior procedimiento se debe realizar de dos a tres veces por semana, según la recomendación del portal.
Por su parte, para tener el cabello sano no hay que lavarlo tan seguido, ya que el agua y los productos de limpieza le quitan al cabello sus aceites naturales que lo ayudan a mantener la hidratación. En consecuencia, lavarlo cada dos o tres días es lo recomendable. Además, lo más aconsejable es utilizar agua tibia, que no supere los 36 ºc y acabar el lavado con agua fría, para cerrar y sellar las cutículas y conseguir así más brillo.
También es importante resaltar que el cuero cabelludo hay que lavarlo y mantenerlo limpio porque es la base del cabello, sobre la que crecerá sano y fuerte. Un cuero cabelludo sucio puede favorecer la caída y la pérdida de densidad y de volumen.
Otro truco que ayuda a mantener la salud del cabello es cepillarlo también antes de lavarlo. Este método ayuda a que no se enrede cuando está mojado, se deshagan nudos que podrían hacer difícil la penetración del champú y se facilite el posterior desenredado, teniendo en cuenta que cuando el cabello está mojado presenta mayor debilidad y, con ello, mayores posibilidades de que se quiebre.
Sobre el secado, los expertos recomiendan que no se debe frotar el pelo nunca cuando está mojado, ya que es mucho más sensible y propenso a la rotura, además la cutícula se abre y se encrespará. Lo ideal es utilizar una toalla de microfibra, y envolver el pelo para que vaya absorbiendo la humedad.
Asimismo, los expertos recomiendan evitar los tratamientos fuertes, como los rizadores calientes y las planchas para el cabello, pues estos aparatos deshidratan el pelo y lo adelgazan.
Sobre la misma línea, existen diferentes vitaminas que ayudan con el cuidado del cabello como la tiamina o la vitamina B1, la vitamina B2 o riboflavina, la vitamina B3 o niacina, la vitamina B5 o ácido pantoténico, la vitamina B6 o también conocida como piridoxina, la vitamina B7 o biotina, la vitamina B9 o ácido fólico, o la B12 o cobalamina.
Finalmente, para mantener un cabello sano, brillante y fuerte es importante cortar las puntas de manera permanente, usar solo la cantidad necesaria de champú y aplicar mascarillas para hidratarlo y reconstruirlo. Sin embargo, antes de hacerlo, es importante que tenga claro si el cabello es seco o grasoso para poder saber qué mascarilla aplicar. Si no se sabe, lo ideal es consultar un experto.