Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) definen la artritis como la “inflamación de las articulaciones”, que se asocia con otros trastornos que impactan de manera negativa los tejidos conectivos.
Hay más de 100 tipos, ciertamente el dolor es el síntoma común en cada una de estas enfermedades, qué según explica, se puede presentar de una manera esporádica o gradual.
La Clínica Mayo hace un listado de los tipos de artritis que existen, destacándose la artritis reumatoide y la artrosis, consideradas las más usuales, sin descartar la séptica, la gota y la psoriásica.
Los factores de riesgos asociados con esta enfermedad son los antecedentes familiares, puesto que algunas artritis son hereditarias. Además, las mujeres son más propensas a padecer la reumatoide, y los hombres, gota.
Sin ser menos importante, pero muy común, el sobrepeso o la obesidad, no solo son factores de riesgo para la artrosis sino para otras enfermedades, teniendo en cuenta que según la Clínica: “El peso extra fuerza las articulaciones, en especial las rodillas, las caderas y la columna”, indica en uno de sus informes de su página oficial.
Los tratamientos posibles de esta enfermedad buscan aliviar los síntomas porque la artritis puede afectar negativamente la rutina de una persona, siendo un impedimento para la movilidad.
Y aunque el uso de compresas frías y calientes; el ejercicio adecuado como la hidroterapia; y el peso apropiado hacen parte de un estilo de vida para pacientes con esta condición, la creencia popular señala que el uso de tomillo podría reducir los síntomas de la artritis por sus efectos antiinflamatorios.
Beneficios del tomillo
Tua Saúde en un artículo revisado por la nutricionista, Tatiana Zanin, menciona que el tomillo es una hierba aromática usada para el tratamiento de muchas afecciones, tales como, la bronquitis, e incluso el Alzheimer. Lo que no quiere decir que sea ‘milagroso’, o reemplacen el concepto o tratamiento de un médico, sino más bien gracias a sus propiedades ayuda a aliviar sus síntomas.
El artículo científico “Potencia neuroprotectora de algunas hierbas aromáticas, una revisión de la literatura”, liderado por Mohammad Reza Khazdair, entre otros autores, publicado por Journal of Traditional and Complementary Medicine, explica que muchas plantas tradicionales fueron y son utilizadas para tratamientos de enfermedades como Alzheimer que, es una trastorno del cerebro que impacta negativamente las capacidades cognitivas afectando la calidad de vida de una persona, dice el National Institute on Aging (NIH).
La investigación señala que Thymus Vulgaris (T. vulgaris) —como se le conoce científicamente al tomillo— gracias a sus polifenoles y carotenoides tienen la capacidad de mejorar las funciones de las células del cerebro, estimulando funciones cognitivas.
Además, el estudio corrobora que compuestos bioactivos del tomillo, como los flavonoides, el terpenoide y el timol, tienen propiedades antimicrobianas y antiespasmódicas, mismas que son efectivas en tratamientos para infecciones respiratorias.
Cabe señalar que estos mismos compuestos (linalool y kaempferol) reducen los niveles de ansiedad y estrés porque actúan sobre el sistema nervioso, precisa el sitio web experto en salud.
No obstante, se debe mencionar que la revista Cuerpomente señala que un exceso de tomillo podría incitar a una producción mayor de hormonas tiroideas, incluso aunque se considera segura sus efectos podrían afectar los riñones y el hígado.
Modo de preparación
- Lavar muy bien las ramas de tomillo.
- Dejarlas secar de un día para otro.
- Al día siguiente, agregar a una olla 1 taza de aceite de oliva y las ramas de tomillo.
- Una vez haya alcanzado el aceite a calentarse, bajar del fuego.
- Dejar enfriar.
- Colar y verter en un recipiente de vidrio.
- Guardar en el refrigerador.
Finalmente, y de acuerdo con Gastrolab Web el aceite de tomillo puede durar hasta un mes.