De acuerdo con los dermatólogos, normalmente, cada 20 o 30 días la piel se renueva para mantenerse saludable, lo cual ayuda a que se vea suave y firme. No obstante, con el paso de los años, la piel muerta no siempre se cae por sí sola, por lo que se va acumulando y generando modificaciones en el tono de la piel y en su textura. De este modo, es importante deshacerse de dichos excesos con el fin de combatir el envejecimiento prematuro y a su vez, proporcionales una mayor hidratación y luminosidad a la piel.
Entre las recomendaciones que da a conocer el portal web especializado en salud y belleza Un Cómo, las exfoliaciones con ciertos ingredientes como el café son esenciales para eliminar la piel muerta. “Gracias a la gran concentración de flavonoides que contiene, lo convierte en un antioxidante ideal para prevenir las arrugas prematuras y mejorar la circulación, para evitar manchas y cicatrices”.
Pero esta no es la única forma de combatir la piel muerta, también existen distintos aceites naturales que a su vez ayuda a rehidratar la piel, nutrirla y protegerla de los radicales libres. De hecho, el portal web Mis Aceiticos destaca las propiedades del aceite de almendras dulces, el cual es usado para tratar problemas de piel seca, cicatrices y rejuvenecimiento general de la piel. Como tal, las almendras, en específico, son una fuente de nutrición porque son ricas en grasas saludables, fibra, fitoquímicos, vitaminas y minerales.
El aceite de almendras tiene una textura ligera, es de color casi transparente con toques amarillos pálido o dorados y su aroma es suave a la vez que dulce. En cuanto a sus compuestos, este aceite vegetal contiene las grasas monoinsaturadas, destacando el ácido oleico y el ácido linoleico, vitaminas A, B, K y especialmente vitamina E, un potente antioxidante y principal aliado en la lucha contra el envejecimiento de la piel.
Cabe mencionar que existen dos tipos de aceite de almendras, el dulce y el amargo. Para el caso del aceite de almendras dulce, este se obtiene de los árboles que producen flores blancas. Esta difiere de la almendra amarga en que no contiene amigdalina, la cual cuando se ingiere en ciertas cantidades puede ser tóxica.
En cuanto al aceite de almendras amargas, “se cultiva en almendros que producen flores rosadas. Por contener amigdalina, esta variedad de almendra no se utiliza en productos alimenticios, pero es segura cuando se añade a productos destinados a uso externo” indica el portal en mención.
Beneficios del aceite de almendras para la piel
- Hidrata la piel: el aceite de almendras dulces ayuda a combatir la sequedad de la piel, ya que sus nutrientes la hidratan. La piel lo absorbe rápidamente a la vez que se obtiene su agradable aroma. Por otra parte, es altamente emoliente, pues ayuda a equilibrar la absorción de la humedad y la pérdida de agua, manteniendo la piel hidratada.
- Combate el envejecimiento: como tal, el aceite de almendras es rico en escualeno, un compuesto que se encuentra en la piel y hace que esta se rejuvenezca. Asimismo, sus fitoesteroles, que son colesteroles de origen vegetal, pueden retrasar la pérdida de colágeno.
- Repara la piel: gracias a sus propiedades, no solo protege la piel del daño que causan los rayos solares (UV), sino que también reducen los efectos del daño existente. Esto quiere decir que ayuda a frenar el proceso de fotoenvejecimiento. De otro lado, el portal en mención indica que “la concentración de vitamina E del aceite de almendras también ayuda a desvanecer o atenuar las cicatrices. Participa activamente en el tratamiento de heridas aumentando la velocidad de curación”.