La acidez es una sensación de ardor dolorosa en el pecho o la garganta y ocurre cuando el ácido del estómago regresa hacia el esófago, el tubo que transporta la comida desde la boca hacia el estómago, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que algunas comidas y bebidas pueden desencadenar la acidez estomacal en algunas personas, como:
- Comidas picantes.
- Cebollas.
- Productos cítricos.
- Productos a base de tomate, como la salsa de tomate.
- Alimentos fritos o grasos.
- Menta.
- Chocolate.
- Bebidas alcohólicas, carbonatadas, café u otras bebidas con cafeína.
- Comidas abundantes o grasas.
No obstante, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explicó que, si se tiene acidez más de dos veces por semana, es posible que se tenga enfermedad por reflujo gastroesofágico (Erge), aunque es posible que se sufra de Erge sin tener acidez estomacal.
Por ello, si se tiene acidez, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló tres remedios con bicarbonato, jengibre y sábila:
1. “El bicarbonato de sodio, cuando está diluido en agua, tiene un efecto alcalinizante en el tubo digestivo”. Por ello, para obtener los beneficios hay que mezclar 100 mililitros de agua con media cucharadita de bicarbonato de sodio y consumir.
2. “El té de jengibre contiene gingerol, shogaol y zingerona, que son sustancias con propiedades antiinflamatorias y antieméticas. Estas ayudan a aliviar la inflamación del esófago y a disminuir la acidez del estómago, reduciendo la sensación de acidez y ardor estomacal”. Solo hay que hervir un litro de agua y agregar un cm de raíz de jengibre cortada en rebanadas o rallada.
3. “La sábila, conocida científicamente como aloe vera, posee acción antiinflamatoria y calmante que ayuda a reducir los síntomas de acidez” y, para obtener el beneficio, hay que licuar 100 gramos de pulpa de la hoja de sábila con un litro de agua.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona. Las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, hay otros cambios que podrían evitar la acidez, como no usar correas apretadas o vestimentas alrededor de la cintura, debido a que estos aprietan el estómago y pueden forzar los alimentos a devolverse.
Otra recomendación es bajar de peso, ya que la obesidad aumenta la presión abdominal, lo cual puede hacer que los contenidos del estómago se devuelvan al esófago.
Asimismo, otras recomendaciones son ingerir comidas más pequeñas; evitar agacharse o hacer ejercicio inmediatamente después de comer; evitar comer entre tres a cuatro horas antes de irse a dormir, ya que acostarse lleno hace que los contenidos del estómago ejerzan más presión sobre el esfínter esofágico inferior y esto provoca reflujo.
Igualmente, la biblioteca recomendó dormir con la cabeza levantada, pues dormir con la cabeza a un nivel más alto que el estómago reduce la posibilidad de que los alimentos digeridos se devuelvan al esófago.
“Coloque libros, ladrillos o bloques de manera segura debajo de las patas de la cama en la parte de la cabecera. También puede usar una almohada en forma de cuña debajo del colchón. Dormir con almohadas extra no funciona bien para aliviar el reflujo o la acidez, debido a que las almohadas se pueden resbalar durante la noche”, explicó Medline Plus.