La acidez es una sensación molesta que se presenta cuando el ácido del estómago sube al esófago y la boca. Esto puede ocasionar una sensación de ardor que se extiende hacia el pecho.

En la mayoría de oportunidades esta afección se presenta debido a una irritación que puede ser generada por algunos alimentos o bebidas. Normalmente este padecimiento no es causa de preocupación y desaparece con el tiempo.

Con frecuencia, esa sensación de quemazón, que puede durar desde algunos minutos hasta varias horas, se produce después de una comida copiosa o mientras se está acostado o inclinado. No se trata de una dolencia grave y la mayoría de las personas la experimentan alguna vez en su vida, pero también puede producirse de manera frecuente (dos o más veces por semana). Cuando esto ocurre, se habla de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).

Entre los síntomas de la acidez estomacal se incluyen, según el instituto de investigación Mayo Clinic, un dolor en el pecho que, por lo general, aparece después de comer y puede producirse de noche, molestia que empeora cuando la persona está recostada o inclinada, y gusto amargo o ácido en la boca.

Algunos remedios caseros pueden ayudar a aliviar las molestias de manera natural; sin embargo, siempre lo recomendable es consultar primero con el médico, con el fin de obtener el tratamiento indicado que permita acabar con el padecimiento. Algunas de las opciones naturales son las siguientes.

Bicarbonato de sodio

Este es un remedio natural que, según el portal Mejor con Salud, tiene la capacidad de neutralizar los ácidos acumulados en el estómago, en especial cuando estos producen una sensación de ardor. “Está incluido en el catálogo de alcalinos naturales, ya que su pH es superior a 7.0 y puede regular los niveles de acidez”, precisa.

Para preparar este remedio se puede diluir media cucharada de bicarbonato en un vaso de agua y beberlo. La recomendación es evitar ingerir más de la dosis recomendada, porque puede resultar contraproducente. También es conveniente consultar con el médico.

Té de hierbas

El té de hierbas puede ayudar a reducir la probabilidad de reflujo gástrico. Estas bebidas también pueden mejorar la digestión y aliviar síntomas como mareos o náuseas. Se puede usar té de manzanilla, regaliz, de hinojo y de frutas. Se debe evitar el de menta, según información del medio especializado en salud Medical News Today.

Aloe vera

El gel de esta planta se caracteriza por tener propiedades digestivas que podrían mejorar síntomas como la inflamación y el ardor. Mejor con Salud indica que para elaborar la bebida se requiere de una hoja de aloe vera y medio litro de agua. Se extrae el gel y se mezcla en la licuadora con el agua, luego se consume medio vaso del jugo resultante antes de cada comida principal.

Jengibre

Medical News Today indica que hay estudios los cuales sugieren que el jengibre puede ser beneficioso para las náuseas, vómitos y otros síntomas. “Con base en la evidencia existente, los investigadores sugieren una dosis diaria de 1.500 miligramos. Es posible que una ingesta más alta pueda tener efectos adversos”, indica la mencionada fuente.

El jengibre puede consumirse de varias formas. Por ejemplo, añadirlo al agua caliente para hacer té, hervirlo en una sopa o rallarlo crudo sobre ensaladas o cereales.

Alimentos ricos en fibra

La fibra es favorable para la salud. Puede ayudar a sentirse lleno, pero también mejorar la digestión, aliviando los síntomas del reflujo gástrico y la acidez. Se pueden incluir en la dieta alimentos como cereales integrales, avena, pan de cereales, arroz integral, fríjoles, lentejas, garbanzos y brócoli.

¿Qué puede empeorar la acidez gástrica?

Existen diversos factores que pueden provocar o empeorar las condiciones generadas por la acidez en el estómago, según el portal Cinfasalud, de España. Por ejemplo, comer en exceso, el embarazo, acostarse poco después de comer, tener sobrepeso o ser obeso, padecer estrés excesivo, fumar o inhalar humo de otros fumadores y tomar café, incluso el descafeinado, u otras bebidas con cafeína.

También puede incidir si la persona consume alcohol, ingiere bebidas carbonatadas, come cítricos, cebollas, productos a base de tomate, chocolate, menta o pastillas de menta, toma alimentos demasiado grasos o ingiere comidas picantes y algunos medicamentos como la aspirina y el ibuprofeno.