El ácido fólico es una vitamina B que se encuentra naturalmente presente en muchos alimentos como las legumbres, las verduras de hoja verde, los huevos, los bananos, las frutas cítricas y el hígado y, el organismo necesita folato para producir ADN y otros tipos de material genético, según el Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés).

No obstante, debido a que el folato no se almacena en el cuerpo en grandes cantidades, el nivel sanguíneo que se posee disminuirá después de solo unas semanas de ingerir una dieta con contenido bajo de folato.

Por ello, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las causas de la deficiencia de folato son:

  • Enfermedades en las cuales el ácido fólico no se absorbe bien en el aparato digestivo (como en la celiaquía o la enfermedad de Crohn).
  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Consumo de frutas y verduras demasiado cocidas. El folato se puede destruir fácilmente con el calor.
  • Anemia hemolítica.
  • Ciertos medicamentos (como fenitoína, sulfasalacina o trimetoprim con sulfametoxazol).
  • Consumir una alimentación poco sana que no incluya suficientes frutas y verduras.
  • Diálisis renal.

Además, explicó que la deficiencia de ácido fólico puede causar:

  • Fatiga, irritabilidad, o diarrea.
  • Crecimiento insuficiente.
  • Lengua lisa y sensible.

Adicional, el consumo insuficiente de folato puede causar problemas de concentración, irritabilidad, dolor de cabeza, palpitaciones y dificultad para respirar. La deficiencia de folato también puede causar úlceras abiertas en la lengua y dentro de la boca, así como cambios en el color de la piel, el cabello o las uñas.

De igual forma, las mujeres que no consumen suficiente folato corren el riesgo de tener bebés con anomalías en el tubo neural, como espina bífida. La deficiencia de folato también puede aumentar la probabilidad de tener un bebé prematuro o de bajo peso al nacer.

Por ello, para evitar deficiencia de folato se debe tener en cuenta que la cantidad de folato que se necesita depende de la edad y las cantidades promedio diarias recomendadas, expresadas en microgramos (mcg) de equivalentes dietéticos de folato (DFE, por sus siglas en inglés), son las que se indican a continuación:

  • Del nacimiento a los 6 meses de edad: 65 mcg DFE
  • Bebés de 7 a 12 meses de edad: 80 mcg DFE
  • Niños de 1 a 3 años de edad: 150 mcg DFE
  • Niños de 4 a 8 años de edad: 200 mcg DFE
  • Niños de 9 a 13 años de edad: 300 mcg DFE
  • Adolescentes de 14 a 18 años de edad: 400 mcg DFE
  • Adultos mayores de 19 años de edad: 400 mcg DFE
  • Mujeres y adolescentes embarazadas: 600 mcg DFE
  • Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 500 mcg DFE

“Se usa la medida de mcg DFE porque el organismo absorbe más ácido fólico de alimentos fortificados y de suplementos dietéticos que del folato que se encuentra naturalmente en los alimentos”, explicó el Instituto.

¿Qué tipos de suplementos dietéticos de ácido fólico hay?

El folato está presente en los suplementos multivitamínicos y en las vitaminas prenatales.

Además, puede obtenerse en suplementos dietéticos del complejo B y suplementos que sólo contienen folato.

En los suplementos dietéticos, el folato generalmente se encuentra en forma de ácido fólico, pero también se usa metilfolato (5-metil-THF).

Asimismo, los suplementos dietéticos que contienen metilfolato podrían ser mejores que el ácido fólico para las personas que tienen una cierta mutación en un gen llamado MTHFR porque su organismo puede usar esta forma más fácilmente.

No obstante, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades del alimento ya nombrado.