El ácido fólico es una vitamina del complejo B, que puede ayudar a prevenir malformaciones fetales relacionadas con el tubo neural, es decir, las que tienen que ver con el cerebro y la médula espinal.
Se trata de una vitamina hidrosoluble que se encuentra de manera natural en una serie de alimentos, como verduras, hojas verdes oscuras, jugos y frutas como el melón, los melocotones, las fresas y las naranjas. También en granos como las lentejas y los frijoles.
Sin embargo, la cantidad generalmente ingerida en una alimentación normal no llega a cubrir lo necesario. Por esto es aconsejable tomar un suplemento o multivitamínico como refuerzo, el cual es absorbido más fácilmente por el cuerpo que el ácido fólico presente en las comidas.
Según información de la Clínica Universidad de los Andes, el folato es fundamental para la síntesis de ADN, que contiene la información genética para el desarrollo y funcionamiento de todo el organismo. También, para la síntesis de ARN o ácido ribonucleico, que es clave para la formación de las proteínas estructurarles y crecimiento celular, y para transmitir la información genética.
Los expertos aseguran que para prevenir las malformaciones del sistema nervioso central de los recién nacidos, la cantidad de ácido fólico que deben consumir las mujeres en embarazo es de 400 microgramos, que normalmente son recetados en pastillas por los médicos.
“La recomendación es que las mujeres comiencen a tomar ácido fólico dos a tres meses antes del embarazo y durante todo el primer trimestre”, indica una información de la Clínica Alemana. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las consultas al médico se dan cuando el bebé ya está en gestación, por lo que en muy pocas ocasiones es posible recetar la ingesta extra de ácido fólico antes del embarazo.
De acuerdo con la compañía de salud Sanitas, es muy importante entender que la mejor forma de reducir las posibilidades de que el bebé nazca con un defecto congénito es mediante el consumo de vitamina B9 o folato.
Causas de la falta de folato
Entre las principales causas de por qué se produce un déficit de ácido fólico en el embarazo, destacan la ingesta inadecuada del mismo, problemas de absorción, o las interferencias producidas con medicamentos, como drogas antineoplásicas y anticonvulsivantes.
La Clínica Universidad de Los Andes indica que para garantizar que se está cumpliendo con la recomendación de consumir la cantidad de folato que se requiere se pueden aplicar algunas estrategias como:
- Promover el consumo de cereales y avena.
- Usar polivitamínicos con ácido fólico como suplemento durante el embarazo
- En el caso de mujeres con antecedentes de haber tenido un recién nacido con defectos del tubo neural, se debe asegurar una ingesta mayor de ácido fólico.
De acuerdo con los expertos, para tener un bebé saludable es necesario que la madre también se preocupe por estar sana. Una de las cosas más importantes que puede hacer para ayudar a prevenir deformaciones es consumir los alimentos que contienen folato o llevar una dieta saludable pero que agregue todo los nutrientes y vitaminas que el bebé requiere.
Otras funciones
Sin embargo, el ácido fólico no sólo es beneficioso durante el embarazo. Es un elemento que también es importante en la producción de glóbulos rojos, previene enfermedades del corazón y estudios científicos muestran que disminuye la aparición de cáncer en el cuello del útero y en el colon.
Otros efectos benéficos son la prevención de úlceras bucales, el mejoramiento de la piel y el aumento de la leche materna.
Según la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, también ayuda en el crecimiento de los tejidos y en el trabajo celular; junto con la vitamina B12 y la C para ayudan al cuerpo a descomponer, utilizar y crear nuevas proteínas. De igual forma, ayuda a prevenir la anemia y a producir ADN, pilar fundamental del cuerpo humano, que transporta información genética.
Cuando hay deficiencia de esta vitamina en el cuerpo se puede presentar diarrea, encanecimiento del cabello, úlceras bucales y retraso en el crecimiento.