La artritis es una enfermedad que provoca inflamación y dolor en las articulaciones, muy frecuente entre la población. La gota es un tipo de artritis, considerada como una enfermedad crónica, pues no tiene cura.
“La gota se presenta repentinamente y, en ocasiones, como un ataque intenso, también denominado crisis. Durante un ataque de gota puede sufrir dolor, inflamación o enrojecimiento en las articulaciones. Los ataques de gota se suelen producir en el dedo gordo del pie, pero pueden afectar a cualquiera de las articulaciones del cuerpo, como codos, rodillas, manos o tobillos”, explica la American Kidney Fund (AKF) de Estados Unidos. Agrega que la gota suele ser muy dolorosa y, en diversas ocasiones, difícil de controlar.
De acuerdo con la AKF, la gota se produce cuando la presencia de ácido úrico en la sangre es demasiado elevada. El ácido úrico se produce cuando el organismo descompone una sustancia química llamada purina; esta se forma en el cuerpo de manera natural, aunque también puede ser encontrada en algunos alimentos. El ácido úrico se elimina a través de la orina.
La alimentación, como en la gran mayoría de temas de la salud, juega un papel clave en el manejo de esta patología. Mayo Clinic explica que una dieta para “la gota puede ayudar a reducir los niveles de ácido úrico en la sangre”. Aclara que si bien esta dieta no cura la enfermedad, sí puede ayudar a reducir el riesgo de que se produzcan ataques de gota recurrentes y dolorosos, así como también podría reducir la progresión del daño de la articulación. Sumado a lo anterior, es preciso señalar que los pacientes que deciden incorporar la dieta a la que hace alusión la entidad no pueden dejar de consumir los medicamentos recetados.
Son tres objetivos los que tiene la dieta para la gota: Lograr un peso saludable y buenos hábitos de alimentación, evitar algunos alimentos con purina, aunque no todos, e incluir algunos alimentos que controlan los niveles de ácido úrico. La entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación destaca que “una regla de oro es comer porciones moderadas de alimentos saludables”.
Se va de lo general a lo particular. En palabras de Mayo Clinic, estos son los principios generales de una dieta para la gota, los cuales siguen las recomendaciones típicas de una alimentación sana:
- Pérdida de peso: el sobrepeso aumenta el riesgo de tener gota, y la pérdida de peso lo disminuye. Las investigaciones sugieren que consumir una menor cantidad de calorías y bajar de peso (incluso sin seguir una dieta restringida en purinas) disminuyen los niveles de ácido úrico y la cantidad de ataques de gota. Bajar de peso también disminuye la tensión general sobre las articulaciones.
- Carbohidratos complejos: Se deben comer más frutas, verduras y cereales integrales, que aportan carbohidratos complejos. Por lo contrario, se deben evitar los alimentos y bebidas con jarabe de maíz alto en fructosa y limitar el consumo de jugos de fruta naturalmente dulces.
- Grasas: Disminuir el consumo de las grasas saturadas presentes en la carne roja, la carne de aves de corral y los productos lácteos con alto contenido graso es otra medida a tomar.
- Proteínas: Se deben consumir principalmente carnes rojas y de aves de corral magras, lácteos con bajo contenido graso y lentejas como fuente de proteínas.
Del mismo modo, la entidad estadounidense reseña que entre las recomendaciones de alimentos o suplementos específicos se incluyen las siguientes:
- Carnes de órganos y glándulas: Evitar las carnes como el hígado, el riñón y las mollejas, que tienen un alto contenido de purinas y contribuyen al aumento de los niveles de ácido úrico en sangre.
- Carne roja: Es prudente limitar el tamaño de las porciones de carne de vaca, cordero y cerdo.
- Mariscos: Algunos tipos de mariscos, como las anchoas, los moluscos, las sardinas y el atún, tienen mayor contenido de purinas que otros tipos. No obstante, los beneficios generales para la salud de comer pescado pueden superar los riesgos para las personas con gota. En una dieta para la gota se pueden incluir porciones moderadas de pescado.
- Verduras con alto contenido de purinas: diversos estudios han demostrado que las verduras con alto contenido de purinas, como los espárragos y la espinaca, no aumentan el riesgo de gota ni los ataques de gota recurrentes.
- Alcohol: se asocia el consumo de cerveza y de licores destilados con un mayor riesgo de gota y de ataques recurrentes. El consumo moderado de vino no parece aumentar el riesgo de ataques de gota. Es prudente evitar el consumo de bebidas alcohólicas durante los ataques de gota y limitar el consumo, especialmente de cerveza, entre los ataques.
- Alimentos y bebidas azucaradas: limitar o evitar los alimentos azucarados, como los cereales endulzados, los productos de panadería y las golosinas. También es prudente limitar el consumo de jugos de fruta naturalmente dulces.
- Café: algunas investigaciones indican que se podría asociar el consumo moderado de café, especialmente de café común con cafeína, a un menor riesgo de gota. Es posible que beber café no sea adecuado si la persona presenta otras afecciones médicas. Por lo anterior, se recomienda consultar al médico sobre la cantidad de café que se puede consumir.