El acné se presenta en ocasiones en la adolescencia, sin embargo, puede convertirse en un problema crónico si pasada esta etapa de la vida, el brote cutáneo, persiste, y en ese caso se debe consultar a un especialista.
El acné es una enfermedad común de la piel que provoca espinillas (granos). Las espinillas se forman cuando los folículos pilosos que se encuentran debajo de la piel se tapan. La mayoría de las espinillas aparecen en el rostro, el cuello, la espalda, el pecho y los hombros, según afirma Medline Plus.
Se puede producir, registra Mayo Clinic, cuando la grasa y las células muertas de la piel obstruyen y bloquean las aberturas de los folículos del vello. Si el poro obstruido se infecta con bacterias, se forma una espinilla, que es una pequeña protuberancia roja con pus en la punta.
No obstante, una de las expresiones más complejas que puedan presentarse en la piel, es llamado acné conglobata o acné nodular severo, que es catalogado desde la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) como una “forma crónica con múltiples lesiones (nódulos de 10 milímetros o más de diámetro).
Se presenta con mucha inflamación, intensamente dolorosa, con formación de abscesos y tendencia a la fistulización con un mal olor característico”. Asimismo, la otra forma grave de esta patología es el acné fulminans, según Apoteka.
Por su parte, Ramón Grimalt en su artículo ‘Acné’ publicado por la Asociación Española de Pediatría (Aeped) señala que el acné (sin diferenciar en clases) es una de las patologías más frecuentes en las consultas del dermatólogo, llegando a representar el 25 % de ellas. La incidencia de esta es grande en los adolescentes de edades comprendidas entre los 13 y los 18 años, concretamente, afecta casi al 80 %.
En cuanto a las zonas de aparición del acné conglobata, la dermatóloga Jonette Elizabeth Keri cita los siguientes lugares en su artículo ‘Acné vulgar’:
- Espalda
- Pecho
- Brazos
- Abdomen
- Cara
- Glúteos
- Cuero cabelludo
Entre sus causas, esta especialista apunta principalmente a la pubertad, ya que es el momento en el que se estimula la producción de grasas, pero también cita otros factores desencadenantes como:
- Los cambios hormonales que se producen durante la regla o el embarazo.
- El uso de cosméticos, lociones, limpiadores e incluso ropa, ya que crean oclusión e impiden a los poros respirar.
- La alta humedad y la transpiración también tienen una gran relación con la aparición del acné.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que algunos medicamentos (como los corticoides) pueden empeorar esta patología dermatológica y ocasionar erupciones acneiformes, afirma Apoteka.
Hay formas de tratarlo, según expertos. En Msdmanuals se recomienda:
- Para los puntos negros y los puntos blancos, crema de tretinoína y/o peróxido de benzoílo
- Para el acné leve, tratamiento de la piel con crema de tretinoína, a veces con peróxido de benzoilo o un antibiótico aplicado a la piel, o ambos
- Para el acné moderado, antibióticos por vía oral en combinación con el tratamiento tópico de la piel recomendado para el acné leve
- Para el acné grave, isotretinoína por vía oral
- Para el acné quístico, corticoesteroides inyectados
Los dermatólogos apuntan como una opción para tratar el acné conglobata utilizar la isotretinoina oral y los emolientes. Por ejemplo, el ácido azelaico. No obstante, hay que estar vigilado por un profesional durante este tratamiento, ya que puede presentar efectos secundarios.
“La isotretinoína es casi siempre eficaz, aunque su utilización es limitada debido a los efectos adversos, como sequedad de la conjuntiva y la mucosa genital, labios agrietados, depresión, elevación de los niveles séricos de los lípidos y malformaciones congénitas”, apunta el experto, Keri.
“La hidratación con agua seguida de la aplicación de vaselina suele aliviar la sequedad cutánea y de las mucosas. Además, el 15 por ciento de los pacientes presenta dolor en las articulaciones (artralgias)”, añade, según registra Apoteka.