El acné es un trastorno de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas muertas. Además, causa puntos blancos, puntos negros o granos y es más común entre los adolescentes, aunque afecta a personas de todas las edades, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Asimismo, explicó que el acné suele aparecer en la cara, la frente, el pecho, la parte superior de la espalda y los hombros porque estas áreas de la piel tienen la mayor cantidad de glándulas sebáceas.
De igual manera, la entinad sin ánimo de lucro reveló que algunos factores pueden desencadenar o empeorar el acné son:
- Ciertos medicamentos. Los ejemplos incluyen medicamentos que contienen corticosteroides, testosterona o litio.
- Alimentación. Estudios indican que el consumo de determinados alimentos, incluidos los ricos en carbohidratos, como el pan, los bagels y las papas fritas, puede empeorar el acné. Se necesitan más estudios para evaluar si las personas con acné se beneficiarían con algunas restricciones específicas de alimentación.
No obstante, aunque cualquier persona puede tener acné, es más común en los adolescentes, pero los adultos también puede tenerlo y, de acuerdo con el Grupo Sanitas de España, en la mayoría de los casos el acné en los adultos se produce porque la grasa generada por las glándulas sebáceas (sebo) obstruye los poros de la piel, facilitando el anidamiento y el desarrollo de bacterias, que causan una infección y un proceso inflamatorio que resulta en la formación de los granos característicos del acné.
Otra de las causas del acné en adultos es una alteración hormonal y, según el Grupo, en los hombres se da por un exceso de producción de andrógenos y en las mujeres es por un desequilibrio en el balance habitual durante la menstruación (síndrome premenstrual), el embarazo o la menopausia.
El Grupo también reveló en su portal web que el estrés puede ser otra de las causas de este tipo de acné, ya que aumenta la secreción de cortisol, una hormona que se rige por mecanismos similares a los andrógenos.
No obstante, los medicamentos específicos para el acné están diseñados para la edad juvenil, por lo que no son tan efectivos en los adultos, pero en su portal web señaló que algunas opciones de tratamiento son:
- “Medicamentos con retinol (vitamina A), que liberan los folículos y mantienen limpia la piel.
- Antibióticos orales que, además de combatir la infección, actúan como antiinflamatorios.
- Combinación de cremas con peróxido de benzoilo y antibióticos.
- Tratamientos con láser.
- Limpiar la piel con ácido glicólico y ácido salicílico, para regular el exceso de grasa.
- Azufre, que actúa como bactericida y reduce la inflamación.
- Tratamientos detoxificantes”.
De igual forma, otros tratamientos que pueden resultar útiles, según Mayo Clinic:
- “Fototerapia. Se han probado con relativo éxito diversos tratamientos basados en la luz. La mayoría requerirá varias visitas al consultorio del médico. Se necesitan más estudios para determinar el método, la fuente de luz y las dosis ideales.
- Exfoliación química. En este procedimiento se aplica repetidamente una solución química, por ejemplo, ácido salicílico, ácido glicólico o ácido retinoico. Este tratamiento es para el acné leve. Podría mejorar la apariencia de la piel, aunque el cambio no es duradero y, por lo general, es necesario repetir los tratamientos.
- Drenaje y extracción. Es posible que el médico use herramientas especiales para quitar con cuidado los comedones cerrados (o espinillas blancas), los comedones abiertos (o espinillas negras) o los quistes que no se hayan eliminado con los medicamentos tópicos. Esta técnica mejora temporalmente el aspecto de la piel, pero también podría dejar cicatrices.
- Infiltración con esteroides. Las lesiones nodulares y quísticas se pueden tratar mediante la infiltración con esteroides. Esta terapia ha dado como resultado una rápida mejora y disminución del dolor. Los efectos secundarios pueden incluir cambio de color y adelgazamiento de la piel en la zona tratada”.
De todos modos, antes iniciar un tratamiento lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona.