Desde los 11 años Andrés Rojas quería ser actor. Pero en el momento en que su carrera empezaba a consolidarse, en su rostro empezaron a salir granos. El empezó a dudar de su futuro. En charlas que ahora da para concientizar acerca de este problema, Rojas, conocido por su actuación en La mamá del 10, sentía que los actores tenían una piel diferente a la suya y que no iba a ser tan fácil lograr surgir porque “no te ves tan bien”. Era un acné severo, como el que viven muchos jóvenes a esa edad. De hecho, en temas de piel, la consulta más frecuente es el acné, una enfermedad crónica y no contagiosa que responde a un proceso de inflamación y se presenta en 80 por ciento de los jóvenes en algún momento de la adolescencia. Esta es una verdad aquí en Colombia y en el mundo. Algunos casos son más leves que otros, pero todos deberían tener atención profesional porque es una enfermedad con efectos psicológicos importantes debido a que los granos aparecen en sitios visibles como la cara, el pecho y la espalda. “El rostro es la carta de presentación y tenerla llena de granos les produce a los jóvenes falta de autoestima, lo que los hace muy vulnerables”, dice Claudia Marcela Rojas, médica y directora general del Hospital dermatológico Federico lleras Acosta, una IPS del estado.Lea también: Cinco cosas que no hay que decirles a quienes sufren de acné Cómo está relacionada con la edad, debido a los cambios hormonales que presentan los jóvenes entre los 10 y 12 años y hasta los 18, y que hacen que haya sobreproducción de grasa en las glándulas sebáceas, muchos lo consideran un asunto normal que se resolverá solo, pero según Rojas, a veces puede complicarse. Con frecuencia estas lesiones se infectan porque la grasa es el medio preferido para una bacteria conocida como propionibacterium acnes. El acné puede ser leve, y en dicho caso producir las típicas lesiones puntiformes, pero cuando se complica produce esas lesiones rojas grandes, muy visibles, con grasa blanquecina en el centro que al quitarse dejan secuelas. Aunque le puede dar tanto a hombres como mujeres Rojas dice que ellas consultan más. “Pero creemos que se complican más los hombres por que los folículos pilosos se tapan con la barba y eso hace que se obstruyan más fácilmente. Los hombres, además tienden más a deprimirse con el asunto. De ahí que la primera recomendación sea tener una red de apoyo familiar. Los padres deben estar vigilando a sus hijos y acudir al médico ante la aparición de más de dos lesiones en la cara. Pero el signo de alarma más importante es cuando el joven se aísla, su genio cambia y empieza a desarrollar síntomas psicológicos. Con frecuencia la familia subestima el tema porque lo considera normal para la edad y cree que por ser un asunto estético no merece la pena.
Pero según Rojas el 80 por ciento de quienes sufren de acné puede tener trastornos psicológicos entre leves y severos. “Las cicatrices no son solo físicas, aunque estas son también importantes, pues tener marcas en el rostro ya es un tema delicado. Pero las psicológicas son muy relevantes porque les hacen bullying, les da miedo conquistar a una pareja, les da timidez, se les daña la autoestima, en general la pasan muy mal”, dice. A veces a la consulta, estos jóvenes llegan tapados con pasamontañas y su aspecto repercute en su vida social. Esto produce depresión porque se aíslan y eso lleva a que se autolesionen y hagan intentos de suicidio”. Entre más temprano menos cicatrices y mejor pronóstico y menos daño a la autoestima”, dice.Le puede interesar: Qué es el ‘superacné‘ y cómo tratarlo El arsenal para estos casos son los retinoides tópicos y orales, entre los cuales está la controvertida isotretinoina (Roacutan). También hay antibióticos, antiandrógenos y anticonceptivos orales. Los más fuertes son las isotretinoianas, pero según los estudios que han hecho en el Federico Lleras, estos son seguros. En 2017, el total de pacientes con acné fueron 15.619, y de esos, al 13, 7 por ciento se les formuló isotretinoiana , es decir, a 2.141 pacientes. De esos sólo cinco tuvieron un problema psicológico leve, es decir el 0,3 por ciento. “El medicamento es muy efectivo y es más impactante la enfermedad para la autoestima, la enfermedad produce más depresión que los medicamentos”, dice Rojas. Pero estos medicamentos hay que tomarlos con una vigilancia pues el paciente no puede tomar alcohol durante el tratamiento ni suspenderlo porque de lo contrario tendrá que empezar de nuevo. Las recomendaciones son sencillas: no manipular las lesiones porque se pueden infectar más y dejar cicatriz. Seguir una dieta adecuada, tomar más agua, hacer ejercicio y llevar vida sana ayuda a que el acné sea más leve, pero cuando aparece “se necesita identificar qué tipo de lesión es”. Tampoco es conveniente autoformularse sino ir al dermatólogo para que indique el tratamiento a seguir de acuerdo al tipo de piel y de acné. El acné cede a partir de los 25 años. Hay algunos casos en edad adulta pero son muy extraños. El momento álgido es la juventud y por eso es importante evitar que se vuelva un problema para toda la vida.