A diario las personas buscan dietas rápidas para perder peso, pero para observar cambios hay que hacer modificaciones en la alimentación y en el cuidado físico, como realizar ejercicio.
Por ejemplo, expertos aseguran que para perder peso es clave tener un déficit calórico, que es cuando las personas consumen menos calorías de las que gastan en el día a día.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló algunos consejos para empezar a perder peso:
- Reemplazar los granos refinados por cereales integrales.
- Comer cantidades moderadas de grasas saludables, como el aceite de oliva, aceites vegetales, aguacates, nueces, mantequillas de nueces y aceites de frutos secos.
- Elegir productos lácteos bajos en grasa, carne magra y carne de ave de corral magra en cantidades limitadas.
Asimismo, existen otras recomendaciones como, por ejemplo, caminar después de cenar, ya que esto contribuirá a la digestión, según el periódico La Nueva España.
De igual forma, el periódico sugirió remplazar el alcohol, las bebidas gaseosas por agua y los expertos recomiendan ingerir mínimo dos litros de este líquido. Además, es importante dormir ocho horas y no saltarse ninguna comida diaria.
Asimismo, una dieta debe estar acompañada de ejercicio. Lo vital es que se tenga un gasto energético y las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
De igual forma, después de hacer ejercicio se deben consumir algunos alimentos que repongan la energía y la revista de alimentación, salud y otros temas, Eroski Consumer, reveló cuáles son los mejores alimentos y si se hacen ejercicios aeróbicos lo ideal es consumir “arroz, papas, cereales integrales, legumbres, hortalizas y algunas frutas como los frutos rojos, las fresas o las cerezas”, pero si se realizan actividades anaeróbicas, o de fuerza lo recomendado por la revista es consumir proteína como la “carne vacuna y porcina, pescados, huevos, soja, quesos o leche”.
De todos modos, es importante consultar a un experto para que guíe el proceso, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.
Por su parte, las personas se preguntan cuál es la mejor hora para hacer ejercicio y, por tal razón, los expertos aseguran que es una cuestión de preferencia, gusto y horarios. Lo importante es cumplir los objetivos diarios.
No obstante, varios entrenadores dijeron que el realizar alguna actividad física en la noche reduce el estrés del día y por tal motivo mejora la calidad del sueño, ya que las personas se duermen más rápido y duran más tiempo en la etapa del sueño profundo.
Pero para otros entrenadores la mejor hora para entrenar es en la mañana, ya que no existirán excusas para no realizarlo porque es la primera actividad del día y no se podrá aplazar por imprevistos, como mucho trabajo o cansancio.
Finalmente, hay que señalar que las personas pueden sentir ansiedad, rabia, tristeza o frustración y estos sentimientos podrían frenar el proceso en el que se encuentre, ya que aumentan las ganas de comer. Por consiguiente, es importante buscar alternativas diferentes como tomar agua, comer algún fruto seco o tomar un café en vez de comer en exceso, ya que esas emociones solo llevan a tener malos hábitos.