La alfalfa es una planta con una multiplicidad de beneficios para el cuerpo humano. Es originaria de Asia y es fácil de encontrar, pues se adapta tanto a climas fríos, como calientes. Además de tener propiedades medicinales, es muy usada en culinaria para otorgarles sabor a las comidas.
Según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la alfalfa es una fuente de potasio, hierro, calcio, fósforo y vitaminas como la A, E, K y C. Generalmente, se come cruda en ensaladas, sopas, tortillas o en agua.
Para fines medicinales, se suelen utilizar todas las partes de la alfalfa (raíz, hojas, tallo, flores y semillas); en cambio, en las cocinas es más común ver solamente la hoja fresca y un poco de las semillas. También, es cultivada en muchas zonas rurales como alimento para el ganado.
Debido a sus diversas propiedades, el portal especializado en gastronomía Cocina Fácil listó una serie de beneficios que trae el consumo de alfalfa al organismo:
1. Baja los niveles de colesterol: investigadores de la Northwestern University encontraron que los brotes de alfalfa son algunos alimentos que aportan fitoestrógenos, estrógenos naturales de origen vegetal que están presentes en algunas plantas y que intervienen en el metabolismo de las grasas y el colesterol de la sangre.
2. Digestión: “el agua de alfalfa es una fuente rica en enzimas que favorecen la digestión. También su contenido en vitaminas A y E protegen y regeneran la mucosa digestiva”, explica Cocina Fácil.
3. Antioxidante: esta propiedad le permite mantener al cuerpo alejado de los radicales libres, sustancias que juegan un papel importante en el desarrollo de enfermedades crónicas. Además, esta propiedad contribuye al crecimiento de las pestañas, las uñas y el cabello.
4. Baja los niveles de azúcar: esta planta contiene un compuesto vegetal llamado saponina, que permite que se disminuyan los niveles de glucosa en la sangre y puede estimular el páncreas para que produzca insulina.
5. Alivia los síntomas de la menopausia: como se indicó, el consumo de alfalfa promueve la generación de estrógenos en el cuerpo; cuando estos están bajos, suele hacerse evidente cuando las mujeres llegan a la menopausia, pues sus síntomas son más fuertes.
Para preparar un agua de alfalfa que tenga estas propiedades, el portal GastroLab indicó que se necesitan: dos tazas de piña, una taza de alfalfa, seis tazas de agua, un limón, hielo y azúcar.
Preparación:
1. Lavar y desinfectar la alfalfa.
2. Preparar la piña quitando toda la cáscara y cortándola en tozos.
3. Cortar el limón a la mitad y extraer su jugo.
4. Agregar los ingredientes anteriores a la licuadora junto con una taza de agua.
5. Procesar hasta obtener un líquido homogéneo.
6. Colar y agregar el resto del agua.
7. Añadir un poco de azúcar y hielo para consumir frío.
Por otro lado, el portal especializado Mejor con Salud explicó que es posible sembrar alfalfa en casa por si esta es difícil de conseguir en el mercado. Para ello se requiere: un recipiente de al menos 9 cm de diámetro y 15 cm de altura, un pedazo delgado de tela para cubrir el recipiente, una banda elástica, agua (250 ml) y semillas de alfalfa (10 g).
Procedimiento:
1. En el recipiente, poner en remojo las semillas en el agua durante tres horas.
2. Cubrir el envase con la tela y la banda elástica.
3. Drenar el agua y poner al sol.
4. Repetir el proceso durante una semana, moviendo ocasionalmente los brotes de alfalfa para que no se enreden.
5. Una vez se tengan hojas, lavarlas y desinfectarlas antes de añadirlas a la comida.