La glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo y resulta muy importante para el cerebro. Esta se obtiene de los alimentos que se consumen a diario. El páncreas es un órgano que se encarga de excretar insulina, una hormona que tiene la capacidad de permitir el acceso de la glucosa a las células y por ende, de controlar sus niveles en el torrente sanguíneo.
Es de vital importancia mantener la glucosa o azúcar en la sangre en valores regulados, de ser así, esta sustancia no afectará de ninguna forma al organismo. Sin embargo, cuando sus valores son muy elevados se aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad crónica y metabólica como la diabetes.
“La diabetes es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. Su cuerpo descompone la mayor parte de los alimentos que come en azúcar (también llamada glucosa) y los libera en el torrente sanguíneo. El páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas la usen como energía”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Además, la entidad agrega que “con diabetes, su cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede usar adecuadamente la insulina que produce. Cuando no hay suficiente insulina o las células dejan de responder a la insulina, queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo y, con el tiempo, esto puede causar problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones”.
Esta enfermedad se clasifica en tres clases. La primera de ellas es la diabetes tipo 1, que se caracteriza porque el cuerpo se ataca a sí mismo por error por la no producción de insulina, por lo que la glucosa se empieza a acumular en el torrente sanguíneo.
La segunda es la diabetes tipo 2, que se suele presentar porque el organismo no utiliza la insulina como debe ser. Al suceder esto, el azúcar no pasa a las células y suben sus niveles en la sangre. Y la tercera es la diabetes de tipo gestacional, que solo afecta a las mujeres en estado de embarazo.
Cabe mencionar que los principales síntomas de la diabetes son el aumento de la sed, la micción frecuente, el incremento del apetito, la debilidad o fatiga, las infecciones que van y vienen, las heridas que tardan en sanar, los problemas de visión, la pérdida de peso sin razón alguna, entre otras más.
Son muchos los remedios los que se utilizan para regular la glucosa en la sangre y prevenir una enfermedad como la diabetes. Precisamente, uno de los mejores es el agua de cebolla.
Este remedio casero tiene un muy bajo índice glucémico, por eso, es tan importante para que los niveles de glucosa en la sangre se mantengan controlados. De acuerdo con el portal especializado Gastrolab, así se prepara.
Ingredientes:
- 1 pieza de cebolla grande.
- 4 piezas de limones.
- 1 litro de agua.
- 2 cucharadas de miel para endulzar.
Procedimiento: cortar el limón y con ayuda de un exprimidor extraer todo el jugo. Colar en un vaso para evitar que los huesos de este cítrico estén presentes en el líquido.
“Quita algunas capas de cebolla y córtala por la mitad, agrega en el vaso de la licuadora junto con el agua y el jugo de limón, deja moler por un par de segundos hasta obtener una consistencia totalmente líquida y homogénea. Sirve en una jarra y endulza con la miel, mezcla muy bien”, dice la página.