Solo dos cucharadas de perejil aportan el 2 % de calcio, hierro y ácido fólico que necesita el organismo a diario, el 12 % de vitamina A, el 16 % de vitamina C y más del 150 % de vitamina K, según reseña el diario español AS.

Además, sus propiedades podrían mejorar los niveles de azúcar en la sangre, mantener la presión arterial y favorecer la salud tanto de los huesos como de los ojos, así como minimizar la aparición de cálculos en los riñones.

Adicionalmente, uno de los componentes del perejil son los antioxidantes conocidos como flavonoides carotenoides y vitamina C. Estos ayudan a reducir el daño celular en el cuerpo y son ideales para limpiar y rejuvenecer la piel, así como para fortalecer la uñas y el cabello.

Sobre la misma línea, el perejil es rico en compuestos que combaten el cáncer. Los primeros estudios sugieren que los compuestos de la mencionada planta pueden incluso inhibir el crecimiento tumoral. Un estudio publicado en Journal of the Science of Food and Agriculture encontró que el perejil tiene propiedades anticancerígenas.

El compuesto está presente en el perejil.

Su ingesta puede ayudar a combatir esta enfermedad de varias formas: actúa como un antioxidante que destruye los radicales libres antes de dañar las células, protege el ADN del daño que puede provocar cáncer u otras enfermedades e inhibe la proliferación y migración de las células cancerosas en el cuerpo.

También es ideal para limpiar las toxinas del cuerpo y adelgazar, ya que provoca saciedad y desinflama el estómago.

En consecuencia, para preparar el agua de perejil se necesita 1 ramo grande de perejil fresco y 1 litro de agua. Después, se debe lavar la planta y en una olla se debe poner a hervir el agua. Cuando esté en el punto de ebullición se añaden las hojas de perejil y se dejan en el fuego por cinco minutos. En seguida, se deja reposar por 15 minutos y se cuela. Finalmente, se deja enfriar y consume durante el día por 15 o 20 días seguidos.

No obstante, hay que señalar que, de acuerdo con Medline Plus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las hierbas medicinales (o remedios herbales) son plantas usadas como medicamento y las personas las usan para ayudar a prevenir o curar una enfermedad. También, las usan para aliviar síntomas, incrementar la energía, relajarse o perder peso. Sin embargo, las hierbas no son reguladas ni probadas como los medicamentos.

Es por ello que muchas personas creen que usar plantas para tratar una enfermedad es más seguro que tomar un medicamento. De hecho, las personas han estado usando plantas en medicina popular durante cientos de años. Por lo tanto, es fácil ver el atractivo. Sin embargo, “natural” no quiere decir seguro a menos que se tomen de la manera indicada, pues algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos o ser tóxicas en dosis altas. También pueden causar efectos secundarios.

De hecho, hay que aclarar que el consumo de esta infusión tiene contraindicaciones que deben tenerse en cuenta. Se recomienda evitar la ingesta de perejil si la persona está embarazada, pues esta hierba puede producir contracciones uterinas, lo que aumenta el riesgo de aborto espontáneo.

De igual forma, no debe consumirse cuando se padece de hemofilia, pues su alta concentración de vitamina K puede afectar aún más la coagulación sanguínea. Tampoco se aconseja si la persona toma medicamentos anticoagulantes.

Por último, las personas que consumen medicamentos diuréticos deben evitar la ingesta del perejil porque podría causar micción (proceso mediante el cual se elimina la orina) excesiva al combinarse con el efecto de los fármacos.

Por tal razón, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guie el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas.